Wednesday 29 October 2025
Home      All news      Contact us      RSS      English
eldiario - 20 hours ago

Imputados los policías que hicieron pasar un negocio familiar por el epicentro de una red internacional de tráfico de armas

El padre y la hija, que pasaron tres meses en la cárcel por el “colosal” montaje policial, se han querellado contra los agentes antiterroristas que firmaban los principales informes, a los que un juzgado de Getxo investiga ahora por varios delitos, entre ellos el de acusación falsa Operación Portu: historia y destrozos de un “colosal” invento de la Policía Dos antiguos mandos de la estructura antiterrorista de la Polic a Nacional han sido imputados en un juzgado de Getxo (Bizkaia) como consecuencia de la denuncia que presentaron un padre y una hija, due os de una tienda de coleccionismo militar, a los que la investigaci n dirigida por los polic as atribuy la direcci n de una red internacional de tr fico de armas. El caso contra Jes s y Amaia Prieto fue archivado de forma definitiva el 31 de enero de 2022, cinco a os despu s de que pasaran tres meses en prisi n provisional por unos delitos que nunca cometieron. Al salir de la c rcel, su negocio y sus vidas estaban arruinadas. El 17 de enero de 2017, agentes antiterroristas de la Polic a irrumpieron en Cant brico Militaria, un almac n que sirve de taller y tienda para coleccionistas de armas de todos los periodos hist ricos. En sus estanter as se apilan armaduras de poca, material de los dos grandes conflictos mundiales del siglo XX, de la Guerra Civil espa ola Uno de los principales clientes de Cant brico Militaria era el cine espa ol. Sus armas aparecen en cintas tan conocidas como Los ltimos de Filipinas , 23-F , El Laberinto del Fauno o Lasa y Zabala . Los polic as de la Comisar a General de Informaci n detuvieron en la Operaci n Portu a Jes s, de 68 a os entonces e inmerso en su en simo tratamiento de radioterapia por los dos c nceres que ha sufrido. A Amaia, licenciada en Bellas Artes, la interceptaron despu s de dejar a sus hijos en el autob s del colegio. Los agentes ten an autorizaci n judicial para incautarse de 9.000 armas, todas inutilizadas. Con los informes que present la Polic a, de un detalle t cnico incomprensible para cualquier lego en la materia, un juez envi a la c rcel al padre y a la hija por tenencia, tr fico y dep sito de armas. Cuando ambos salieron de prisi n comenz una batalla legal que contin a ocho a os despu s. A finales de 2024, el abogado de la familia present una querella ante los juzgados de Getxo. Acusaba a los dos polic as que firmaron los principales atestados de los delitos de acusaci n y denuncia falsa, de falso testimonio ofrecido por perito, de da os imprudentes por los destrozos innecesarios causados en el local y de vejaciones injustas, por el trato que recibieron durante su arresto. El 8 de marzo de 2025, el Juzgado de Instrucci n n mero 4 de Getxo admiti a tr mite la querella y cit a declarar a los dos polic as se alados, seg n la resoluci n a la que ha tenido acceso elDiario.es. Ambos acudieron al juzgado el 24 de junio. Tras su testimonio, la Fiscal a solicit el archivo, pero cuatro meses el juez les mantiene la condici n de investigados. La acusaci n que construy la Polic a contra Jes s y Amaia consist a en que, aunque las armas en Cant brico Militaria se vend an inutilizadas, luego sus due os comerciaban por detr s con las piezas que faltaban para que volvieran a funcionar. Los informes policiales, repletos de imprecisiones y tergiversaciones, fueron aderezados con referencias al palpable clima de tensi n existente en Europa tras los ataques terroristas realizados con diferentes armas de fuego y el comentario de que en esos atentados se hab an utilizado algunas originarias de armer as . Espa a, avisaban, estaba en nivel 4 de alerta antiterrorista, riesgo alto. Un dato incluido en las pesquisas policiales dotaba de relevancia internacional su investigaci n: el terrorista que mat a cuatro personas en el museo jud o de Bruselas en 2014 hab a adquirido un AK-47, un rifle de asalto, en una armer a de B lgica donde apareci un certificado de inutilizaci n de un arma que hab a salido de Cant brico Militaria. El certificado de inutilizaci n acompa a a cada arma desde que se convierten en un objeto de colecci n. El documento hallado en B lgica no era del rifle utilizado en el atentado y el arma que deb a acompa ar al documento elaborado por Jes s Prieto nunca fue encontrada. Ese certificado, adem s, pod a haber pasado por un n mero indeterminado de manos hasta aparecer en la armer a belga, seg n expuso la defensa. Jesús Prieto trabaja en la sede de Cantábrico Militaria días antes de su jubilación en 2023 La Polic a promociona a los agentes imputados Los atestados de la Operaci n Portu est n firmados por los polic as nacionales con carnet profesional 89.512 y 127.200. Con ocasi n del patr n de la Polic a de 2017, el primero que se celebr tras el gigantesco dispositivo policial m s de un centenar de efectivos de Euskadi y llegados desde Madrid , el agente m s veterano fue condecorado con la Medalla Roja al M rito Policial, que conlleva un incremento vitalicio de un 10% en su n mina. Pese al resultado desastroso de las pesquisas, este inspector continu en labores operativas en la estructura antiterrorista de la Polic a. Recientemente ha ascendido a inspector jefe y ha encontrado acomodo en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), organismo dedicado a la coordinaci n entre cuerpos. Al CITCO solo se llega con recomendaci n , se ala a este peri dico un antiguo responsable del organismo. Como ocurriera con su compa ero, el fracaso estrepitoso de la Operaci n Portu y sus consecuencias no fueron bice para que el segundo agente tambi n fuera condecorado, en su caso sin asignaci n econ mica, y reclamado despu s para la Secretar a de Estado de Seguridad, el motor del Ministerio del Interior, cuando su titular era Rafael P rez. Dami n Cantero, como se llama este polic a con perfil p blico, permaneci all hasta que ascendi a inspector jefe. Ahora depende de la Divisi n de Personal y compatibiliza su trabajo en la Polic a Nacional con el puesto de director docente de una de las academias privadas con m s reclamo para la formaci n de aspirantes al Cuerpo. Tiene presencia en las redes sociales y en 2016, mientras se desarrollaban las investigaciones de la Operaci n Portu, public el libro C mo ser polic a y no morir en el intento , con pr logo del locutor Javier C rdenas. elDiario.es se ha puesto en contacto con Cantero, que ha optado por no hacer declaraciones. A los tres meses de su detenci n, Jes s y Amaia salieron en libertad. E l pas el encierro en la enfermer a de la prisi n. Ella, sin un solo antecedente como su padre, asegura que nunca superar por completo la experiencia de la c rcel. Ambos encontraron su negocio arrasado por los registros, que se prolongaron durante numerosos viajes de los agentes de Madrid a Getxo, sufragados con el pago de dietas (Cantero viaj hasta en 14 ocasiones). La investigaci n avanzaba lenta, en c rculos, mientras los acusados constaban que su negocio se hab a ido a pique. Las armas, custodiadas a la intemperie por la Polic a, sufr an da os irreparables. Poco a poco las fueron recuperando, aunque a d a de hoy, ocho a os despu s, no han sido devueltas todas. La querella que ha motivado la imputaci n de los polic as cifra en 1,2 millones de euros los da os causados. El 95% de los clientes desaparecieron despu s de las detenciones , relat Amaia a elDiario.es para el reportaje que revel las consecuencias de la Operaci n Portu. Tras una cruda y tediosa batalla en el juzgado, el 31 de enero de 2022 el titular del Juzgado de Instrucci n n mero 2 de Getxo dict un auto de archivo libre, sin posibilidad de recurso. No hab a delito alguno en la actividad de Jes s y Amaia. Pero ya era demasiado tarde para curar algunas heridas. Con los nervios rotos, la vida de ambos, las relaciones con su entorno, hab an sufrido da os irreparables. Hasta llegar a ese auto, Jes s y Amaia hab an necesitado de informes periciales pagados de su bolsillo en los que se pon an en evidencia las acusaciones de los polic as, los errores de los peritos del Cuerpo, el humo con el que la estructura antiterrorista hab a intentado trasladar a la opini n p blica, con amplio despliegue medi tico, que hab an asestado un golpe de primera magnitud al tr fico de armas en Europa. Una operaci n desbaratada punto por punto El juez I igo Mart nez Azpiazu, con ayuda del fiscal, fue profundizando en el aspecto t cnico de la investigaci n policial. Y fue rotundo en su auto de sobreseimiento libre: Ninguna lesividad se desprende del dep sito de las armas, pues carecen de todos y cada uno de los elementos que permitir an detonar tales armas, no hall ndose ninguna en estado de funcionamiento . El juez y el fiscal se explayaban: Se refiere que todas y cada una de tales armas son inertes/in tiles, pues les falta no s lo la carga de propulsi n, tambi n la carga primera de espoleta cebo, la carga secundaria o el explosivo ( ) las armas carecen de espoleta real y armada ni tubos de lanzada, lo que hace que dejen de ser objetivamente operativas al armado y disparo . El magistrado a adi : las acusaciones contra Jes s y Amaia deb an contextualizarse en el marco de una operaci n colosal que se ha desbaratado punto por punto . La exhibici n de las armas y la nota de prensa de la Direcci n General de la Polic a no tuvo lugar cuando se produjo la operaci n sino dos meses despu s, el 14 de marzo de 2017. Justo ese d a, el Parlamento Europeo aprob una legislaci n m s restrictiva en el uso de armas, reacci n de la Euroc mara a los atentados yihadistas de los a os precedentes. En las im genes difundidas por la Polic a, el director operativo de Europol aparece felicitando a sus colegas espa oles. La nota de prensa, fotograf as y v deos inclu an un gigantesco bodeg n, con m s de 10.000 armas, ante el cual los responsables del operativo hac an declaraciones. Todo enlatado y servido en un enlace disponible para que los periodistas lo descargasen antes de su difusi n.


Latest News
Hashtags:   

Imputados

 | 

policías

 | 

hicieron

 | 

pasar

 | 

negocio

 | 

familiar

 | 

epicentro

 | 

internacional

 | 

tráfico

 | 

armas

 | 

Sources