abc - 4 month ago

Lalita Café ha sido un sitio de sobra conocido por quienes buscaban un desayuno diferente o una merienda apetecible en el barrio de Nervión durante la última década. Ahora el espacio ha experimentado una profunda trasnformación y ha cambiado de nombre y de concepto. Tan solo mantiene ubicación y propietarios respecto a su anterior etapa , ya que hace un par de semanas ha reabierto convertido en Lady Oven, una pizzería con alma andaluza. El madrileño Carlos Fernández Zarapito y la nazarena Lola Prada iniciaron su historia hostelera abriendo un primera Lalita en Dos Hermanas hace más de trece años. Al poco tiempo decidieron buscar local en Sevilla y (tras una breve estancia en Los Bermejales) se asentaron en la calle José Luis de Casso (38) . Allí han cuidado con mimo un concepto de pastelería artesana donde ofrecían desayunos y meriendas cargados de personalidad. Pero sus ganas de crecer en creatividad les ha llevado a transformar completamente el negocio. « En Lalita habíamos tocado techo y nos habíamos convertido en una de las mejores cafeterías pero tocaba hacer algo distinto«, comenta Carlos. A comienzos de junio se estrenaba su nuevo concepto: Lady Oven (un juego de palabras que alude a Lola y a Carlos) basado en las pizzas norteamericanas elaboradas con ingredientes muy de aquí. « Siempre me he sentido atraído por las masas de harina y la pizza es una receta universal que te permite muchas interpretaciones«, indica. Otra de las razones que les ha llevado a decantarse por la pizza es el romanticismo que lleva asociado el rito de comerla , con un sentimiento generoso que invita a compartir con los demás. «Ahora está muy de moda la burger pero es un concepto más individualista, mientras que la pizza enraiza más con la filosofía andaluza de compartir , añade Carlos. Aceite de oliva, tomate de Los Palacios o de Conil de la Frontera, harinas sevillanas, chicharrón en lugar de bacon... los productos que utilizan están muy ligados a nuestra tierra . Sobre la masa , en Lady Oven huyen del encasillamiento y disfrutan jugando con la variedad : «Nos gusta rotar y ofrecer un día una masa fina a la piedra y otro día la típica gruesa que parece pan». «En Lalita ya no teníamos más margen de creatividad pero en el mundo de la pizza tenemos muchísimo», agrega. De momento han arrancando con unas 15 pizzas distintas , algunas de ellas de corte clásico y otras más innovadoras. Entre las de siempre tienen la margarita, la de peperoni o la de jamón. También las elaboran blancas con base de salsa Alfredo s (nata, pimienza, queso curado y ajo) y las hay tan diversas como la «Lady» (con crema de quesos, crema de setas, champiñones, calabacín, almendras tostadas, pesto y cebollino) o la «Total chis» (Mozarella, queso de cabra, mozarella y stracciatella). Por último, tienen pizzas rojas con base de tomate, ajo y albahaca , y las hay de distintos ingredientes: «Talega» (pollo confitado y chicharrón de Cádiz) o «Carretilla» (brócoli, espárragos trigueros y polvo de pistacho), entre otras. Además de las pizzas hay entrantes como hummus de garbanzo, ensalada tropical o ensalada malagueña. También tienen un apartado de bocadillos donde mantienen la popular focaccia que ya tenían en Lalita, un serranito o «Farso cubano». La nota dulce la ponen postres como brownie de chocolate con pistachos sobre salsa de té matcha y crema de queso con va tarta de queso con arándanos y torrija con toffee de naranja y helado de turrón. De momento, la respuesta de su público ha sido positiva y aunque para ellos ha sido un golpe perder su cafetería de referencia, casi todos han acogido con entusiasmo la nueva etapa de este local.

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