eldiario - 3 days ago

El escándalo de los cribados en Andalucía y de la asfixia de las universidades públicas en Madrid son un reflejo de la grave situación de lo público. Todavía estamos a tiempo de revertir la situación, pero el tiempo corre en nuestra contra y, si nos descuidamos, el daño será irreversible El Gobierno andaluz se equivoca de objetivo El esc ndalo de los cribados del c ncer de mama en Andaluc a es una de las crisis m s graves a las que se puede enfrentar un gobierno auton mico y m s a pocos meses de unas elecciones. Por eso el Gobierno de la Junta de Andaluc a ha pretendido minimizar los da os, de manera bastante torpe: negando la situaci n al principio, recurriendo a mentiras e incluso a manipulaciones en los diagn sticos de las mamograf as y, por ltimo, atacando a las v ctimas, incluso intentando desprestigiar a la asociaci n Amama, que ha denunciado la grave situaci n del programa de prevenci n. Y el motivo es muy sencillo y obvio: el c ncer es una enfermedad que afecta a todos, es interclasista y no entiende de ideolog as. Afecta a pobres y a a votantes del Partido Popular, del Partido Socialista o de Izquierda U a j venes y a m a hombres y a mujeres. Las clases medias han reaccionado de manera individualista ante el deterioro de los servicios p blicos, que son la columna vertebral del Estado del bienestar. En la mayor a de los casos se han resignado y han optado por el s lvese quien pueda pagando un seguro m dico privado, o bien llevando a sus hijos a colegios concertados o privados, e incluso solicitando cr ditos bancarios para asumir los costes de las universidades privadas. No les ha importado el deterioro y la privatizaci n de los servicios p blicos si eso les supon a una rebaja fiscal, porque tienen recursos para capear el temporal. Adem s, los colegios concertados incluso son una bicoca porque funcionan como privados en cuanto a la gesti n y reciben doble financiaci n de la administraci n auton mica de turno y de los propios padres. Por 150-200 euros al mes pueden segregar a sus hijos de pobres e inmigrantes. Pero, ay, amigo, cuando el c ncer llama a tu puerta. En esos casos el seguro privado r pidamente se deshace del cliente, y subrayo lo de cliente, porque son tratamientos muy costosos y les invitan amablemente a irse a la sanidad p blica. Muy pocos ciudadanos pueden asumir un tratamiento para curarse de un c ncer, ya que suele incluir numerosas pruebas, una o dos intervenciones quir rgicas, hospitalizaci n, radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia, aparte de revisiones contantes. Si cada persona a la que se le diagnostica un c ncer tuviera que asumir de su bolsillo el coste de los tratamientos ser a imposible, se arruinaba. S lo hay que ver el modelo sanitario estadounidense. Por este motivo es tan importante defender la sanidad p blica y pagar impuestos, que acaban revirtiendo en los ciudadanos como salarios indirectos. Aunque en Espa a lo de pagar impuestos nunca ha tenido buena prensa, y m s si son progresivos y redistributivos. Las elites siempre han defendido una presi n fiscal baja, basada en impuestos indirectos y regresivos. No hay m s que ver los sucesivos fracasos de las diferentes reformas hacend sticas en la poca contempor nea. Tambi n estamos acostumbrados a ver como patriotas de banderitas en las pulseras y en las correas del perro pagan sus impuestos fuera o defraudan al fisco. Del mismo modo hay que defender la educaci n p blica, el verdadero ascensor social en una sociedad democr tica. Se est haciendo mucho da o al sistema p blico de ense anza mediante la infrafinanciaci n que est llevando a la asfixia econ mica a las universidades p blicas, mientras se fomenta la proliferaci n de centros privados, muchos de los cuales funcionan como verdaderos chiringuitos acad micos. El mejor ejemplo es la Comunidad de Madrid y la grav sima situaci n de las universidades p blicas, en particular de la Universidad Complutense. S lo se alo un dato muy contundente: Madrid, siendo una regi n rica, es la Comunidad que menos invierte por alumno universitario, gastando en la actualidad menos que antes de la crisis econ mica de 2008. Es inaudito que el mismo Gobierno auton mico que deb a financiar la UCM haya obligado a pedir un cr dito bancario a un alto inter s para pagar deudas a proveedores. El cr dito de 34,5 millones de euros no va a servir nada m s que para tapar agujeros, pero no va a resolver el grave problema de financiaci n. Todas estas pol ticas tan nocivas tienen un objetivo evidente: liquidar la universidad p blica y que s lo puedan estudiar los que tengan suficientes recursos. As como van las cosas, no sorprender a que la Complutense pasara en un futuro a ser participada por un fondo buitre, de esos que ya han ha echado a numerosos inquilinos de sus casas y a los vecinos de los barrios. Resulta incre ble que mucha gente apoye estas pol ticas de desguace de lo p blico con sus votos a cambio de bajadas de impuestos, que son el chocolate del loro, y ese discurso tan nocivo y tramposo, que s lo beneficia a los m s ricos, de que el dinero donde mejor est es en el bolsillo de los ciudadanos. Con esos euros que nos ahorramos la mayor a de los mortales no tenemos ni para pagar una noche en la UCI de un hospital. Pero, obviamente, los m s pudientes se ahorran millones en impuestos: ellos son los grandes beneficiados de los recortes y de las rebajas fiscales, pero lo venden con papel de regalo, afirmando que esas pol ticas son buenas para toda la ciudadan a. Y lo peor es que el mensaje ha calado y mucha gente lo traga. La situaci n de los servicios p blicos en muchas comunidades aut nomas es grav sima. Es muy f cil desmontar un servicio m dico o un equipo de investigaci n, pero cuesta mucho crearlos. Por mucho que el presidente andaluz, Moreno Bonilla, hable de millones y de un plan de choque, los radi logos y otros especialistas m dicos no son setas que proliferan por el campo, son profesionales que requieren muchos a os de formaci n y estudio. Y lo m s triste es que muchos cient ficos, investigadores y m dicos que se han formado en este pa s se han visto obligados a emigrar al extranjero ante la falta de expectativas, la precariedad de los contratos y los bajos salarios. La gente tiene que despertar ya, porque est n en juego la salud y los proyectos de vida de las personas. Ya no es suficiente con pagar un seguro m dico privado, porque las aseguradoras no atienden las enfermedades graves y muchas est n tan colapsadas como la Seguridad Social. Tampoco ser suficiente endeudarse hasta las cejas para dar unos estudios a los hijos. Todav a estamos a tiempo de revertir la situaci n, pero el tiempo corre en nuestra contra y, si nos descuidamos, el da o ser irreversible.

Latest News

Hashtags:   

deterioro

 | 

servicios

 | 

públicos

 | 

clases

 | 

medias

 | 

Sources