Tuesday 28 October 2025
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eldiario - 3 days ago

Las bicis eléctricas en el punto de mira de la ultraderecha holandesa

El auge de estas bicicletas en el país en el que todo el mundo pedalea agita el debate político. De los 270 ciclistas muertos en accidentes de tráfico en el último año, casi la mitad circulaba en bici eléctricaPescadores contra las trampas de los motores: la mayoría de arrastreros tienen más potencia de la autorizada El auge de estas bicis en el pa s en el que todo el mundo pedalea tal cual agita el debate pol tico. De los 270 ciclistas muertos en accidentes de tr fico en el ltimo a o, casi la mitad circulaba en bici el ctrica. Si bien la bicicleta en Pa ses Bajos es un gran igualador social todos nos mojamos igual en la lluvia , tampoco esta se libra de los lances de la pol tica. La pol mica del momento se llama bici el ctrica y, en concreto, fatbike: una pesada y r pida bici a propulsi n con neum ticos anchos. Las fatbikes, que han irrumpido con fuerza en los ltimos a os y ya son inseparables del paisaje urbano, han creado dos clases en el carril bici: la de los que arduamente pedalean y la de los que, con m s facilidad, van electrificados. No ayuda a la buena imagen de la fatbike que esta bici sea especialmente querida entre j venes con ra ces migrantes. Y, as pues, hasta el pol tico ultraderechista Geert Wilders se ha pronunciado al respecto, definiendo a sus usuarios como gentuza que recluta a solicitantes de asilo para vender droga y exigiendo expulsarlos inmediatamente del pa s . Un delirio que no le impide liderar las encuestas de cara a las elecciones que se celebran el 29 de octubre. A Julio C sar, sin embargo, le encanta su fatbike. Este colombiano, que se define como un manitas , es voluntario en un taller de bicicletas del centro de A msterdam. En la llamada Fietskliniek cl nica de bicicletas los vecinos pueden hacer uso de toda clase de herramientas. Julio y la mexicana Damaris Bolio les van dando mientras tanto las instrucciones. Porque la idea es, adem s de arreglar tu bici, aprender a hacerlo uno mismo. La tarifa son cuatro euros, y los materiales, que se pagan aparte, son a menudo reutilizados y a precio amigo. La divisi n de opiniones brota en el taller: Mientras una est sana hay que pedalear. Es bueno para la salud y el medio ambiente, por eso no me gustan las bicis el ctricas , dice Bernadette de Graaf. Las otras mujeres presentes en el taller la respaldan. Julio, que adem s de moverse en su fatbike, se encarga de arreglar estas bicis, le contesta: Lo que le pasa a la gente es que nunca ensayaron a ir en bici el ctrica. No tienen ning n problema . Aunque, eso s , Julio concede que pedalear menos le repercute en la condici n f sica: Lo noto, por eso vengo de mi casa a ac caminando, si lo hago todo con la el ctrica me quedo sin forma . Otra preocupaci n es la seguridad. En los Pa ses Bajos pr cticamente nadie se pone el casco. Y ahora, con la irrupci n de la bicicleta el ctrica, el asunto ha cobrado especial urgencia. Porque, aunque una bici con bater a en principio no supera los 25 kil metros por hora, hay quienes las trucan para alcanzar casi los 50. De los 270 ciclistas muertos en accidentes de tr fico en el ltimo a o, casi la mitad circulaba en bici el ctrica. Una importante parte de ellos, adem s, eran mayores de 75 a os, una franja entre la que este tipo de bici es especialmente popular. A pesar de todo ello, Herbert Tiemens, urbanista en el Ayuntamiento de Utrecht, defiende la bicicleta el ctrica con entusiasmo: Es la opci n perfecta para quienes ahora todav a se mueven en coche. Dentro de las ciudades la bicicleta es la opci n m s f cil, pero en cuanto tienes que ir de un pueblo a otro o de una ciudad a otra, mucha gente toma el coche. Para ese tipo de desplazamientos, la bici el ctrica puede ser la soluci n . Y es que en este pa s la red de carriles bici no comprende tan solo cada recoveco de las urbes, sino que conecta cada punto del territorio.


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