Tuesday 28 October 2025
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eldiario - 3 days ago

Alauda Ruiz de Azúa: “En el mundo de los jóvenes ahora pueden convivir Tinder, Bad Bunny y el sentimiento religioso”

La directora estrena Los domingos , la película con la que ganó la Concha de Oro en San Sebastián y donde analiza las relaciones familiares a través de una joven que anuncia que quiere ser monja¿Qué harías si tu hija se metiera a monja? Alauda Ruiz de Azúa dinamita los lazos familiares en ‘Los domingos’ Alauda Ruiz de Az a tiene un don. El de conectar con los espectadores con temas que no son los obvios. Temas que interesaban, pero que parec an escondidos debajo de la alfombra esperando que alguien mirara debajo y los se alara con sus pel culas y series. Con Cinco Lobitos habl de la maternidad y los cuidados desde un lugar que el cine estaba omitiendo. Con Querer se atrevi a romper un tab , el de las violencias sexuales dentro del matrimonio. Y la gente no pudo m s que rendirse a su valent a y la finura de su bistur . Cuando anunci el punto de partida de su tercera pel cula, Los domingos, la gente arque las cejas. Una ni a que se quiere meter a monja? Parec a un tema pasado de moda, como de otro tiempo. Y, sin embargo, desde su primer pase en el Festival de San Sebasti n, donde gan la Concha de Oro, se demostr que de nuevo su ojo no fall . No fall porque al final esa vocaci n sirve para hablar de otras cosas. De la obligaci n de mantener los v nculos familiares. De la coherencia. Y tambi n de la fe como soluci n f cil. Una pel cula que puso a todos a debatir, y donde cada uno parece ver algo diferente, lo que ha convertido en su mejor arma. Le daba miedo c mo iba a conectar una pel cula con esta premisa? Es como si tuviera un don para ver temas que a priori no son los m s obvios, pero con los que la gente conecta. Ese miedo siempre lo puedes tener. Lo que pasa es que tambi n es verdad que t trabajas con honestidad las historias. Yo no encuentro mucha inspiraci n en las conversaciones que ya est n en la calle, que son m s oficiales o tendencia. Me pueden interesar como lectora o como espectadora, pero en la ficci n me gusta ir a sitios donde yo misma tengo que preguntarme cosas y donde entro en debate interno conmigo misma. Donde siento que las respuestas pueden ser complejas. Lo bonito es que he encontrado hasta ahora unas productoras y unos productores que esa conversaci n tambi n les interesa y supongo que quiz s eso es el primer detonante de que puede haber algo interesante. Cuando de repente te enredas con tus productores en una conversaci n que no tiene fin. Ves que ah puede haber algo que tambi n le interesa a m s gente. C mo de importante es encontrar esas productoras que acompa an?, son fundamentales para que una pel cula como Los domingos exista? S , es muy importante. Por ejemplo, Marisa Fern ndez Armenteros, una de las productoras, siempre dice que hay que preguntarles a los directores qu quieren hacer, qu les interesa e intentar entenderles. Ver hacia d nde quieren ir. Yo en eso he tenido mucha suerte, porque desde el principio les interes lo que quer a contar y c mo lo quer a contar. C mo se quedaron cuando les hiciste un pitch cuyo punto de partida es una ni a de 17 a os que quiere ser monja de clausura? Bueno, no fue un pitch convencional, fue m s una conversaci n donde me preguntaron si ten a alg n tema que quisiera explorar y les dije, os va a parecer una locura, pero es verdad que el tema de la vocaci n religiosa me genera mucha curiosidad y adem s creo que hay una pel cula posible . Yo sab a que ese tipo de vocaciones cuando se anunciaban en las familias generaban mucho conflicto. Entonces cre a que ah hab a una pel cula posible en torno a c mo reacciona esta familia ante esta decisi n. Fue muy interesante porque nos pusimos a hablar sobre qu har a cada una y eso desemboc en ver qu educaciones, religiosas o no religiosas, hab a recibido cada una y si eso pod a tener algo que ver. Ah ya nos dimos cuenta de que el disparadero pod a ser lo de la vocaci n, pero que eso pod a generar conversaciones mucho m s profundas. Depende de d nde vengamos podemos descodificar la pel cula en un sentido u otro. Eso imagino que es jugoso, pero tambi n tiene un riesgo, c mo guionista como se enfrenta a eso? Yo a la hora de escribir, de dirigir o incluso de montar no estoy pensando en construir algo en el espectador. No soy de esas directoras que est n pensando en cada momento c mo llevar al espectador a un sitio y que piense tal cosa y que esto provoque esto otro. Ese control tan f rreo del viaje del pensamiento del espectador no lo trabajo. Creo que trabajo m s en el sentido de estas situaciones. Si me parecen cuestionables, si me parece inc modo o emocionante, si hay una idea interesante o una pregunta compleja... Eso voy a intentar traslad rselo al espectador, y en ese sentido no importa tanto la mochila con la que t llegues a la pel cula, sino que mi reto, mi responsabilidad, est en que las preguntas sean interesantes y que a ti te provoquen alg n tipo de conversaci n. Interna o con el otro. Ese punto de partida acaba sirviendo para hablar de la familia casi como c rcel, preguntarse si esos v nculos familiares compensa o no mantenerlos para siempre. Saura siempre dec a que la familia era la mejor forma para hablar de la sociedad. Es verdad que siempre he tenido una obsesi n con la familia, pero tambi n hay un aprendizaje sobre eso. Despu s de hacer Cinco lobitos o Querer el aprendizaje contin a en el sentido de pensar hasta qu punto ese car cter institucional que tiene la familia nos permite hablar de muchos dilemas. Como si fuera un terreno de lo m s honesto y de lo m s visceral. Porque cualquier dilema, en el caso de Querer era la denuncia por violencia sexual en el matrimonio o en este caso una vocaci n religiosa, vistos desde fuera tenemos como otro tipo de aproximaci n. Sin embargo, cuando ya te planteas que pueda ocurrir en el seno de tu familia, en la intimidad, todo se vuelve mucho m s confuso, m s dif cil de juzgar, y al mismo tiempo m s honesto, porque eres t sintiendo que hay algo m s en juego. Eso me interesa. Y luego tambi n me interesa mucho esta idea de que es curioso c mo nos venden un relato de que las familias son un sitio bueno, un refugio de amor, de los primeros afectos. Y luego yo, sin embargo, tengo la sensaci n de que conozco m s familias que no funcionan que las que funcionan. El relato quiz s m s honesto ser a asumir que la familia, como m nimo, es una instituci n muy complicada. Se enfrent a sus propios prejuicios a la hora de escribir sobre esa vocaci n religiosa? S , claro, desde un principio. Yo soy una persona no creyente. Tengo educaci n laica. Y hay personajes, como el personaje de Maite, por ejemplo, que me van a resultar m s f ciles escribir porque su visi n del mundo tambi n se parece m s a la m a. Y la visi n de lo religioso tambi n se puede parecer m s a la m a. Pero el reto bonito fue intentar acercarme a las personas que sent an esos sentimientos religiosos tan fuertes intentando entenderlo, sin juzgarlo. Intentando entender el viaje emocional. Si yo no soy una persona creyente, llegar a entender la fe es algo de entrada muy ambicioso, pero s quer a intentar entender lo que ella sent a en su relaci n con lo religioso y en su relaci n con los dem s. Eso llev a hacerlo desde un sitio m s humanista, que la pel cula no excluyera el viaje emocional de nadie, y fue importante a la hora de afrontar el proyecto. Se imaginaba tanto debate? En San Sebasti n era la pel cula de la que todos habl bamos, sobre si se entend a al personaje de Maite o no. Yo he escuchado cosas contra ese personaje C mo vive que haya posiciones tan enfrentadas sobre la misma pel cula? F jate, me daba m s miedo que de repente la pel cula tuviera una lectura un voca o dogm tica. Me generaba m s inquietud porque no estaba en la naturaleza de la propuesta. Sin embargo, que se hagan lecturas distintas de la pel cula me parece muy emocionante, porque en el fondo yo creo que el cine es un espacio de encuentro y de debate. Y el debate tiene que ser con alguien que no vea exactamente las cosas de la misma manera que t las ves. En ese sentido, yo lo he recibido como un regalo. Luego creo que est pasando una cosa muy interesante con la pel cula y es que, seg n los prejuicios que puedes tener, podr as pensar que va a haber dos lecturas muy claras dependiendo de si eres creyente o no creyente. Pero est ocurriendo que no todos los no creyentes hacen la misma lectura y no todas las personas creyentes hacen la misma lectura. Me he encontrado con personas creyentes que me vienen y me dicen oye, mira, yo creo en Dios, pero si mi hija viene y me dice que se mete a monja de clausura, yo termino siendo la t a Maite . Yo he escuchado lo contrario, gente no creyente y de izquierdas que dice que ese padre quiere lo mejor para su hija. O que entra en conflicto con la libertad individual de las personas. Eso est siendo muy interesante porque para m est llevando la conversaci n a un sitio m s profundo. Se ha creado una conversaci n m s compleja en torno a la pel cula. Ahora parece que vamos al cine a que nos den la raz n, se dir a que escribe guiones para lo contrario, para plantearnos dudas. No s , yo intento hacer un ejercicio de honestidad y de humildad en el sentido. Yo no tengo todas las respuestas. Puedo barajar hip tesis, argumentos o situaciones que me parecen que despiertan algo, que te lleven a activar la maquinaria de reflexionar. Pero tambi n creo que hay cuestiones sobre las que a m es muy dif cil tener una certeza absoluta. Entonces intento tratar al espectador de esa manera, siempre invit ndole m s a una conversaci n o a una reflexi n que no tanto a imponerle yo nada. Me gusta pensar que la pel cula no te impone nada, pero de la misma manera que no te impone nada, creo que t tampoco le puedes imponer un mensaje preconcebido a la pel cula. Si entras en las preguntas que te plantea bien, habr un viaje, har s un viaje. Yo creo que los matices. Habrá relatos que blanqueen o que instrumentalicen cosas, pero también hay relatos que son capaces de construirse desde el cuestionamiento Alauda Ruiz de Azúa — Cineasta Cuando recogi la Concha de Oro dijo intentar entender algo no es legitimarlo . Como si de alguna forma dijera, yo no creo, pero al menos quiero entenderlo, quiz s falta eso, esa falta de escucha?, hab a una declaraci n de intenciones en ese discurso? S , la hab a. Porque a veces, cuando te acercas a algo ajeno, y adem s a lo que es un tema delicado, mucha gente se puede sentir atacada o puede exigirte un determinado tipo de posicionamiento. Como que se instala un poco esta idea de que si intentas comprender algo o explorarlo significa que lo puedas estar blanqueando o legitimando de alguna manera. Hombre, yo creo que los matices y los colores son importantes. Habr relatos que blanqueen o que instrumentalicen cosas, pero tambi n hay relatos que son capaces de construirse desde el cuestionamiento, desde las preguntas y respetando el viaje emocional de cada personaje. Siendo respetuoso con una realidad que yo hab a documentado y que sab a que, en la realidad, esto es lo que sol a pasar. Hay pistas que dejen ver cu l es su posici n ante el dilema de la pel cula? Al final termina con el personaje de Patricia L pez Arnaiz. Puede no ser un voca, pero tambi n imagino que hay detalles sobre lo que piensa. Es curioso que me preguntan mucho sobre por qu termino con ese personaje. La pel cula se construye, sobre todo, en torno a los dos puntos de vista de Maite y de Ainara, la t a no creyente y la chica con los sentimientos de vocaci n. La pel cula termina con Maite en una determinada situaci n y para m era importante ese final. Hablas de posicionamiento, y es verdad que hay algo de eso, pero para m es un posicionamiento m s profundo, m s humanista. Yo, y creo que la mayor a de los espectadores, me quedo en este lado del mundo, en el mundo de la incertidumbre, en el mundo de preguntarme qu hago ma ana, de cu les son mis asideros. Esta semana Rosal a se presentaba vestida casi de monja para su nuevo disco. Ha investigado sobre la vocaci n en j venes para esta pel cula, siente que hay una regresi n en los j venes hacia una fe, hacia una religiosidad? Eso podr a parecer. Mi documentaci n era m s personalizada. No era sociol gica. Entonces me da un poco de pudor hacer an lisis sociol gicos muy contundentes. La relaci n con lo religioso de los j venes que yo trat y que conoc es distinta a la que ha podido tener mi generaci n. Yo esto s lo percib . Hay un mundo donde pueden convivir perfectamente Tinder, Bad Bunny y el sentimiento religioso. Ya no hay esos discursos de culpa, de pecado, yo no los sent a presentes. En ese sentido se genera otra tolerancia con lo religioso. Tambi n me llamaba la atenci n, no sabr a decir en qu n meros o en qu dimensi n, que hay cierta b squeda de algo espiritual que llene los vac os existenciales. Y lo religioso puede pueda aparecer por ah y puede llenar ese vac o porque alguien te da como una autoridad, te da algo que hacer, te da un camino a seguir. Siempre es mucho m s complicado tener que buscarse y encontrarse, porque los asideros no son para siempre. Siempre se dice que es una directora austera, pero imagino que hay mucha b squeda en esa austeridad, que parece que austero se confunde con f cil. Es curioso, porque creo que hay directores que trabajen para verse, y yo justamente muchas veces me descubro haciendo el ejercicio contrario de desaparecer un poco. Quiero tener la sensaci n de que estoy acompa ando, que estoy en la intimidad con estos personajes y no quiero verme yo como directora. Ni subrayando cosas ni apuntando cosas. Al final todo es muy artificioso, e incluso esta sensaci n de que como directora no est s es todo mentira. Y yo pienso mucho d nde pongo la c mara, d nde est el sitio de corte para que fluya como si hubiera un hilo invisible. Pero para m en esta pel cula era muy importante la austeridad como mecanismo de tratar un poco a los personajes por igual. No porque hubiera un personaje que creyera en una divinidad, yo me iba a poner a hacer juegos de artificio formales. Quer a respetar sus emociones, y el tratamiento de c mara les aborda a todos por igual. Antes para las directoras el reto era dirigir la segunda pel cula. Luego fue la tercera. Parece que poco a poco ese reto se ha solventado, pero los informes de CIMA indican que lo que hay es una brecha enorme en los presupuestos. Le interesa poder dirigir pel culas de gran presupuesto o para usted la lucha es que las pel culas que quiere hacer tengan el presupuesto que deber an tener? Es una gran brecha. Ahora te dir a que quisiera hacer la pel cula con m s presupuesto, porque muchas veces se presupone que si no tienes cosas aparentemente y log sticamente muy espectaculares, no te puedes beneficiar de tener un presupuesto mayor. Y no es as . Esta pel cula, por ejemplo, ha sido muy complicada en cuanto a lo coral. En cuanto a las localizaciones. En cuanto al tiempo de ensayos, por ejemplo. V deo de la entrevista completa V deo: Adri n Torrano y Alejandro Corral


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