abc - 5 days ago

Los precios de los alquileres en Madrid y el «alto coste de vida», sumado «al estrés de vivir en una gran ciudad» están tras la decisión de personas como Sofía Frechilla, una joven de 28 años que hace un tiempo decidió vivir en su Valladolid natal y desplazarse a diario hasta Madrid para trabajar. Ha compartido que esta fue la drástica decisión que tomó con el objetivo de «poder ahorrar» y «no tener que cortar con mi familia y mis amigos de siempre», le ha dicho en directo a Sonsoles Ónega , en el plató de Y Ahora Sonsoles (Antena 3). Ella tiene claras las ventajas de su postura y así lo ha explicado: «Tardo casi una hora en llegar a Chamartín y después me muevo hasta mi puesto de trabajo en transporte púbico. Por la mañana salgo de casa y dejo mi coche en la estación de tren de Valladolid y me vengo. Hago mi jornada y regreso a casa». Así es que tarda, según sus estimaciones, alrededor de una hora y cuarenta y cinco minutos. «Creo que es lo mejor para mi, con un trabajo sin muchas responsabilidades, al verdad, y porque quiero compartir casa con mi pareja, respirar otro aire, otro ambiente, ir a otro rimo… A mi me merece la pena», ha confesado a la presentadora. Son así claros sus motivos para haber optado por esta estrategia de vida, «al menos de momento», ha aclarado: « Ahorro en vivienda , en alquiler, puedo vivir en una casa mejor, más grande, y así gano en calidad de vida». Como ella otra joven, Carla Palies, que reside en Tarragona. En su caso tarda dos horas de ida y dos de vuelta. «Me levanto a las 4 de la mañana para poder estar en Barcelona a las 8, pero es que sino me sería imposible pagar un alquiler o pagar una locura por una habitación en un piso compartido con cinco o seis personas», ha dicho también estando presente en plató. Son así dos caras de la misma moneda, tanto Sofía como Carla. Al escucharlas, la periodista María Manjavacas ha apuntado que hay muchos ciudadanos de Madrid que tardan más de una hora en llegar a su oficina . «La media son 45 minutos, los que tardan 15 o 20 minutos por los que tardan más. El que está en Carabanchel invierte una hora u hora y media y al final es cierto que te dejas la vida en la carretera», ha sentenciado. Sofía Frenchilla se ha mostrado bastante satisfecha con la decisión tomada. De hecho, dice que aprovecha los trayectos «para leer o hacer cosas que de otra manera seguro que no haría. Se me pasa rápido y al ir en tren voy tranquila, no pendiente del tráfico ni nada», ha terminado diciendo.

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