eldiario - 15 hours ago

De la montería contra Sánchez organizada por el PP no se puede aprovechar ni el almuerzo. Tanto destrozo para atrapar aire y un poco de pelo y acabar quejándose de que la presa no se deja trincarSánchez defiende la legalidad de los pagos en efectivo del PSOE en la “comisión de difamación” del Senado Le pudo la ansiedad a la batida de caza. Llenaron el Senado de trampas para capturar a un oso, pero el presidente S nchez tiene fama y se mueve m s como un lince. Hac a falta finura, punter a y habilidad. Pero a la batida de interrogadores que iban tras l solo les val an los ca onazos y la fuerza bruta. De la monter a contra S nchez organizada por el PP no se puede aprovechar ni el almuerzo. Tanto destrozo para atrapar aire y un poco de pelo y acabar quej ndose de que la presa no se deja trincar. Tanto ruido para acabar pidiendo la hora a un presidente que parec a bastante m s agobiado que el propio compareciente. Para no poder debatir, como l mismo dijo, se enred bastante. Le perd a la ansiedad por meterle un perdigonazo a la la maldici n del cazador novato. Acabo teniendo que dar m s explicaciones que el compareciente. El Senado merece respeto, sin duda. El presidente del Gobierno tambi n, aunque esa parte parece que se nos ha olvidado un poco a todos ltimamente. Para reclamar respeto, normalmente hay que darlo. Si vas de duro y de plusmarquista mundial de zascas y te los devuelven, es el mercado, amigo. Al Senado se viene llorado. Un interrogatorio agudo e inteligente exige trabajo, preparaci n y elaboraci n. Pero los y las senadoras con m s ganas de llevarse un trofeo a casa estaban m s por la ley del m nimo esfuerzo del tertuliano. Donde est una buena teor a que se quiten los huecos y las evidencias. Ni un sola pregunta que no buscara inducir la respuesta. Ni una cuesti n sin dar por probado que el compareciente es culpable por la poderosa raz n de que lo digo yo. Los senadores a la caza quisieron ser pol ticos y fiscales seg n les conven a. Pedro S nchez vio el hueco y lo aprovech . Se fue viniendo arriba a medida que se desinflaban las expectativas. Cuando el senador popular, Alejo Miranda, tom la palabra, S nchez ya estaba encantado de acudir a la comisi n y ponerse sus gafas de leer modelo homenaje al gran Alfredo Amestoy. El presidente S nchez contest a lo que le conven a, mare aquello que le incomodaba y convirti la comisi n en una sesi n de control de los mi rcoles en el Congreso para pasar al ataque. Algunos de los monteros se dieron cuenta sobre la marcha. Pero ya era tarde para corregir el tiro y seguir el consejo de Grissom en CSI: los hechos, solo los hechos. Ni siquiera supieron aprovechar el error inicial por parte de Pedro S nchez al cuestionar la comisi n sin que siquiera le hiciera falta. No hay nada m s f cil que esquivar a un interrogador que se hace la pregunta y la responde al mismo tiempo. Te ahorran todo el trabajo que acarrea ofrecer una respuesta coherente. Si das un mitin en vez de interrogar, no te quejes si luego te endosan un contramitin. Al Senado hay que venir llorado. Las muchas senadoras y senadores que fueron a hacer su trabajo y no a tirar al blanco se llevaron las mejores respuestas. Algo intu a N ez Feij o. Por eso llevaba toda la semana trabaj ndose la gesti n preventiva del fiasco, avisando que siempre nos quedar n los tribunales, a ver si los jueces logran demostrar lo que sus senadores iban a ser incapaces de probar.

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