Friday 31 October 2025
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eldiario - 6 month ago

La sanidad pública se desangra en Portugal: Esto ha sido planeado

El celebrado Servicio Nacional de Salud, herencia de la revolución del 74, continúa su deterioro entre la carencia de médicos y la falta de inversión, que solivianta a los profesionales e irrita a los usuarios, con el riesgo de privatización en el horizontePortugal se asoma a nuevas elecciones un año después: cómo hemos llegado hasta aquí y qué dicen las encuestas La contienda electoral portuguesa se vio sacudida esta semana por un fr o dato estad stico que ilustra el deterioro constante de la sanidad p bica en el pa s vecino: la mortalidad infantil aument un 20% entre 2023 y 2024. Sentada en su despacho de Oporto, la presidenta de la Federaci n Nacional de los M dicos (FNAM), Joana Bordalo e S , se subleva. Es inaceptable repite. El Servicio Nacional de Salud (SNS), una de las primeras grandes conquistas sociales de Portugal tras la Revoluci n de los Claveles de 1974, lleva m s de una d cada con las luces de emergencia puestas. La doctora Bordalo, especialista en oncolog a, tiene una de estas flores rojas que simbolizaron el tiempo nuevo que enterr a la dictadura en un mueble de la oficina, tras el escritorio. Creemos en la democracia , dice, tras despacharse a gusto contra la ministra de Sanidad del actual gobierno conservador, Ana Paula Martins, quien entre sus ltimas propuestas para revitalizar el sistema ha lanzado la de permitir que los farmac uticos (ella lo es) puedan emitir recetas m dicas. Adem s de incompetente, ha sido intransigente, arrogante e inflexible , acusa Bordalo, que cree que hay un plan concertado en la derecha pol tica para ir minando sucesivamente la calidad de los servicios y empujar a los ciudadanos hacia la privada. De alguna manera, esto ha sido planeado , asegura, y remacha: Cuanto m s se degrada, m s se crea la necesidad de tener que recurrir a la externalizaci n de servicios . Uno de los m s acuciantes problemas de la sanidad es la ausencia de m dicos. De los 60.000 que hay inscritos en la Ordem dos M dicos (equivalente a los colegios de m dicos espa oles), solo 30.000 est n en la p blica, y eso incluye a los 10.000 residentes, que est n en periodo formativo. El resto terminan en el sector privado o al extranjero la Ordem registr 1.800 solicitudes de certificados de cualificaci n profesional para ejercer fuera del pa s de 2018 a 2023 . Pero para retenerlos hacen falta condiciones laborales que Portugal ya no garantiza y que remiten al rescate del pa s tras la crisis financiera de 2008, encarnada en la troika del FMI, Comisi n Europea y el Banco Central Europeo, cuyo recuerdo todav a suscita ira en la poblaci n. Perdimos el 20% del poder adquisitivo , recuerda Bordalo, que explica que los t midos aumentos sucesivos no han compensado aquella ca da, por mucho que gobernarse el Partido Socialista. La timidez del Ejecutivo de Ant nio Costa en aumentar el gasto social fue una de las causas del desencuentro con sus socios parlamentarios de izquierda en 2021, y la prudencia presupuestaria de su ltima etapa, ya con mayor a absoluta, solo permiti una recuperaci n menor de las condiciones. Joana Bordalo de Sá, presidenta de la Federación Nacional de Médicos de Portugal. Bordalo explica que hay 1,6 millones de usuarios que no tienen m dico de familia asignado y situaciones recurrentes como que mujeres a punto de dar a luz tengan que recorrer kil metros y kil metros en ambulancia para que las atiendan. Este a o ha habido 25 partos en ambulancias , censura. Una de las medidas m s aparentes que aplic el a o pasado el gobierno de Lu s Montenegro, del conservador Partido Social Dem crata, fue la de indicar a los ciudadanos que antes de ir a Urgencias llamen a un tel fono, bautizado como SNS24, para cribar la gravedad de los casos. No resuelve nada, al final la gente acaba igualmente en Urgencias, y el pasado invierno llegamos a tener alg n caso de esperas de 17 horas , indica. La apuesta por la colaboraci n p blico-privada, la cesi n de instalaciones al llamado sector social, ligado a rdenes religiosas y con tintes de beneficencia, o la propuesta de integrar a la privada en el sistema, como proponen los ultraliberales de Iniciativa Liberal, partido minoritario en el parlamento, pero que ha coqueteado con la idea de entrar en un eventual gobierno de derechas, tienen a la profesi n revuelta. La doctora Ana Rita Jes s, m dico de familia del centro de salud de Alc ntara, en Lisboa, coincide con Bordalo en que la cuesti n econ mica no es la nica que expulsa a los m dicos a la privada. Falta, seg n explica una flexibilidad que permita a los doctores compatibilizar la vida profesional con la familiar, y no que las administraciones soliciten, como una de las ofertas laborales que ha visto ltimamente, que un potencial candidato asuma tener que hacer tres guardias de 24 horas en una semana, adem s de las 40 horas semanales de rigor. Jes s es de las fervientes defensoras de una sanidad vocacional en la que la l gica comercial no dicte la forma de trabajar. Lo que tienen que hacer es creer en el servicio. Se trata de no destruir lo que ya est construido , emplaza. Pero hay gente que no cree , lamenta. Ana Rita Jesus, médico de familia en Lisboa. Los enfermos pagan el pato La degradaci n del sistema trae de cabeza a muchos usuarios, desesperados por las demoras. D bora Santos, de 48 a os, que da un apellido ficticio aunque acepta posar para una foto, explica a las puertas de otro centro de salud lisboeta, el de Sete R os, que a su marido le han detectado un c ncer de garganta y que no consigue cita para las pruebas porque el sistema inform tico, que te ricamente es nico, realmente no es universal y provoca retrasos. Tenemos que venir aqu a implorar que nos atiendan , lamenta, juntado las manos en se al de rezo. Antes no era as , pero desde hace dos a os est horrible , critica. No hay m s que retrasos, llevamos un mes para que le renueven la receta de los medicamentos , protesta, y de paso reconoce que votar a la extrema derecha de Chega. Ya me cans , siempre es la misma porquer a . La propuesta estrella del partido ultra es que los inmigrantes en situaci n irregular solo puedan ser atendidos de urgencia. D bora, que es brasile a, lleva ya d cadas en Portugal, pero dice que est pensando en regresar. Shoroff Udin, bangladesí residente en Portugal. Llamo al SNS24 y no contestan, mi mujer lleva un mes con fiebre , explica Shorof Uddin, de Banglad s, que lleva 10 a os en Lisboa. Antes iba mejor, pero ahora es muy lento, cuenta. Explica que en una ocasi n anterior reuni 30 euros para una primera consulta en la privada. Entonces estaba solo. Con su esposa y la ni a ahora ya con l en Lisboa, no hay presupuesto para el dispendio, explica el hombre, preocupado, junto a las escaleras del centro por el que minutos despu s desciende Concei ao Pereira, de 65 a os, votante conservadora. El personal te trata de forma impecable, yo pas un c ncer y dos anemias graves. Por la parte humana no tengo nada que reclamar , relata. Pero es consciente de que la situaci n general es precaria: Hay m s gente y menos m dicos. No hay milagros .


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