eldiario - 3 days ago

Cuando los bosques cambian de color, los parques nacionales albergan y protegen algunos de los paisajes de mayor belleza de España. De Ordesa a Monfragüe, pasando por Aigüestortes o la laurisilva de Garajonay, estos siete espacios naturales pueden convertirse en la escapada perfecta para este otoño Viajar en vertical: pueblos colgados, ciudades en alto y casas que se asoman al vacío Cuando las temperaturas bajan y las primeras lluvias humedecen el suelo, los bosques cambian de aspecto. Las hojas empiezan a te irse de dorado, el aire huele distinto y los paisajes se llenan de una luz m s suave. Es la poca en la que los parques nacionales se transforman tras el verano, con una cara m s tranquila, m s silenciosa y m s acogedora. El oto o es un momento perfecto para recorrerlos. Las sendas se vac an, los colores se multiplican y hasta el sonido del agua parece diferente. Hay una calma que no se encuentra en otras estaciones y que convierte cualquier escapada en algo especial. Tras el calor veraniego el oto o se coge con ganas y no hay mejor sitio para disfrutarlo que los bosques. Espa a cuenta con 16 parques nacionales repartidos entre la pen nsula y las islas. Pero hay siete que, por sus paisajes, su vegetaci n o su luz, son especialmente recomendables en esta poca: Ordesa y Monte Perdido, Picos de Europa, Sierra de Guadarrama, Monfrag e, Aig estortes i Estany de Sant Maurici, Sierra Nevada y Garajonay. Damos un paseo por todos ellos para disfrutar del oto o como es debido. Ordesa y Monte Perdido (Arag n) En pleno Pirineo oscense, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es uno de los paisajes m s espectaculares de Espa a. En oto o, los bosques que cubren sus valles glaciares, sobre todo el de Ordesa, se ti en de amarillos, naranjas y rojizos. Los hayedos y abetales enmarcan el r o Arazas, que desciende entre saltos de agua y paredes verticales, creando un escenario que parece hecho para esta estaci n. Entre las rutas m s populares est n la senda de los Cazadores y el camino que lleva hasta la Cola de Caballo, una de las cascadas m s famosas del parque. Tambi n merece la pena detenerse en las cascadas del Estrecho o en la zona de las Gradas de Soaso, donde el paisaje se abre y el bosque se mezcla con las monta as. La entrada habitual es por Torla, punto de partida de muchas excursiones y uno de los mejores lugares para disfrutar del Pirineo en su versi n m s oto al. El otoño abriéndose paso en Ordesa. Picos de Europa (Asturias, Cantabria y Le n) El primer Parque Nacional de Espa a sigue siendo uno de los m s impresionantes. En oto o, los Picos de Europa combinan el color de los hayedos y robledales de sus valles con las cumbres que ya empiezan a recibir las primeras nieves. Los valles de Valde n y Sajambre, en la vertiente leonesa, son algunos de los mejores lugares para ver c mo el bosque cambia de tono con la llegada del fr o. Entre las rutas m s conocidas est la Ruta del Cares, que une Ca n con Poncebos siguiendo un desfiladero que nunca defrauda. Tambi n los Lagos de Covadonga, que ofrecen una imagen completamente distinta en esta poca del a o, con la niebla col ndose entre las monta as. Los pueblos de Ca n o Sotres son buenos puntos de partida para descubrir esta parte de los Picos, donde cada valle ofrece una vista diferente. Sierra de Guadarrama (Madrid y Segovia) A apenas una hora de Madrid, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama es una escapada perfecta para quienes buscan el oto o sin grandes desplazamientos. Sus pinares, robledales y matorrales de altura cambian los colores como en ning n otro momento del a o, y el contraste entre el verde oscuro de los pinos y los tonos ocres de los robles crea paisajes especialmente fotog nicos. El valle de Valsa n, en la vertiente segoviana, es uno de los lugares m s recomendables para disfrutar del oto o, no tanto por el color en este caso, pero s por el aroma h medo de sus pinos. Tambi n el entorno del Puerto de Navacerrada, con rutas como el Camino Schmidt o la subida a la Laguna de Pe alara, que permiten caminar entre bosques y miradores naturales. Es un parque accesible, con senderos bien se alizados y una gran variedad de ambientes en pocos kil metros. La Sierra Guadarrama en otoño. Monfrag e (Extremadura) El oto o llega a Monfrag e de una forma diferente. Aqu no hay hayedos ni grandes cambios de color, pero s un paisaje mediterr neo de encinas, alcornoques y matorral que se llena de vida con las primeras lluvias. El r o Tajo atraviesa el parque y forma cortados donde anidan buitres leonados, cig e as negras y guilas imperiales, lo que convierte este lugar en uno de los mejores de Espa a para el avistamiento de aves. Las rutas que suben al castillo de Monfrag e o al Salto del Gitano ofrecen vistas magn ficas sobre el valle. El oto o es tambi n el momento de la berrea de los ciervos, y en los embalses cercanos pueden verse las primeras grullas que llegan desde el norte. Es un parque distinto a los dem s: menos colorido, pero con una fuerza natural que lo hace especial. Aig estortes i Estany de Sant Maurici (Lleida) En el coraz n del Pirineo catal n, el parque de Aig estortes i Estany de Sant Maurici es un para so de agua y monta a. Tiene m s de 200 lagos y estanques rodeados de picos, valles glaciares y bosques que en oto o se transforman. Los abetos, lamos y serbales ti en las laderas de tonos dorados y rojizos, mientras las aguas del lago de Sant Maurici reflejan las primeras nieves de las cimas. El parque se puede recorrer desde Espot o desde el valle de Bo , dos accesos que permiten conocer distintos paisajes. Las rutas que suben hasta Aig estortes o al mirador del Estany son ideales para disfrutar del color del oto o en alta monta a. Las temperaturas empiezan a bajar pronto y no es raro que aparezcan las primeras heladas, lo que da a este parque un aspecto m s salvaje y sereno. Aigüestortes i Estany de Sant Maurici en otoño. Sierra Nevada (Granada y Almer a) El parque nacional m s alto de la pen nsula tambi n tiene su encanto especial en oto o. En las laderas m s bajas, los robles y casta os cambian de color mientras las cumbres se cubren de blanco. Es un paisaje de contrastes: mientras el fr o se instala arriba, los pueblos de la Alpujarra granadina siguen disfrutando de d as templados y cielos despejados. Entre las rutas m s recomendables est n las del Barranco de Poqueira, que une Pampaneira, Bubi n y Capileira, aunque el oto o es tambi n buen momento para recorrer los caminos tradicionales que conectan los pueblos de monta a, con vistas al Mulhac n y al Veleta. Es el momento en que Sierra Nevada combina la luz del sur con el aire fresco de la altura. Garajonay (La Gomera) En las islas Canarias, el oto o no se mide por los colores de las hojas, sino por la humedad. En el Parque Nacional de Garajonay, en La Gomera, la laurisilva se mantiene siempre verde y cubierta de niebla. Este bosque subtropical, vestigio de los que cubr an Europa hace millones de a os, conserva su aspecto casi inmutable durante todo el a o. Los senderos de El Cedro, La Zarcita o Alto de Garajonay permiten recorrer un paisaje de helechos, musgos y rboles retorcidos. La temperatura se mantiene suave y el ambiente, entre la niebla y el silencio, crea una sensaci n muy distinta a la de los parques peninsulares. Aqu los ocres y rojizos los encontramos en el suelo, tapizado por las hojas que se van acumulando a o tras a o, dejando una belleza densa y mullida que tambi n nos traslada al oto o.

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