eldiario - 1 days ago

El boletín del director es una carta semanal de Ignacio Escolar exclusiva para socios y socias de elDiario.es. Si tú también lo quieres leer y recibir cada sábado en tu buzón, hazte socio o socia En Suecia, te cuesta casi m s la entrega que la pizza , me cuenta un amigo que vive all . Es razonable que sea as . El trabajo se debe pagar por lo que cuesta, no solo por el m nimo que el m s pobre est dispuesto a aceptar. Da para ley universal: las sociedades donde los empleos precarios est n mejor remunerados son tambi n las m s avanzadas. El tipo de pa s donde me gustar a vivir. Piensa en los repartidores de pizza. Pero no solo: en las limpiadoras, en los de la vendimia, en los mozos de almac n En todos aquellos empleos por los que nadie tiene nunca vocaci n, que apenas necesitan formaci n y existen porque el modelo productivo los ha dibujado as . Fueron esclavos. Despu s, siervos. Y hoy el sueldo de esos trabajos que nadie quiere es donde se mide la dignidad de una naci n. Nadie sensato duda ya de la revoluci n que ha supuesto para Espa a la extraordinaria subida del salario m nimo, impulsada por el Gobierno de coalici n. Queda mucho para ser Europa, pero al menos nos estamos distanciando del injusto y desigual modelo laboral de otros pa ses. Pero, por qu el debate cambia tanto cuando hablamos de los aut nomos y sus cuotas? Por qu aceptamos que, en ese r gimen, se trabaje en ocasiones por debajo del salario m nimo? Por qu una parte de la izquierda compra las premisas reaccionarias y demag gicas de la derecha para hablar de esta espinosa cuesti n? El nivel de desinformaci n sobre este asunto es tan enorme que conviene desmentir tres grandes bulos. No, los aut nomos no pagan m s impuestos que el resto. Simplemente no es verdad. No pagan m s IRPF, ni tampoco m s IVA. Al contrario, pueden desgravarse legalmente una parte del IVA que recaudan por medio de gastos relacionados con su trabajo, algo que un empleado por cuenta ajena no puede hacer. No, las cotizaciones a la Seguridad Social no son impuestos. Son un seguro obligatorio, exactamente igual que el que cubre a todos los trabajadores por cuenta ajena que pagan sus empresas como parte de su retribuci n . Es un dinero que despu s vuelve de forma directa, en forma de tu pensi n de jubilaci n o de tu baja por enfermedad. No, los aut nomos no deber an tener menos derechos que los dem s. Y vamos en esa direcci n: ya cuentan con la gran mayor a de las prestaciones en igualdad de condiciones con los dem s cotizantes con la misma cuota: la pensi n, las bajas por enfermedad o los permisos de maternidad y paternidad. La nica diferencia sustancial est en el paro, donde ya existe una alternativa imperfecta, pero que est en v as de mejorar. Cotizar no es una carga: es una conquista social. Es tambi n parte de un derecho: el de un trabajo digno. Es un modelo que se sostiene sobre tres grandes principios. El primero, que es un seguro obligatorio. No puedes trabajar sin cotizar, y est bien que sea as . Lo saben mejor que nadie esas mujeres que durante d cadas quedaron fuera del sistema: las empleadas dom sticas. Cotizar es la garant a de prestaciones y pensiones m s dignas. Tambi n una herramienta para reducir la desigualdad. El segundo principio, que es un seguro contributivo: recibes m s o menos seg n lo que aportas a la caja com n. Y el tercero, que es un seguro solidario: el Estado garantiza un m nimo con las pensiones, por ejemplo incluso para quienes no han cotizado lo suficiente. Es un modelo europeo de xito probado. All donde se ha optado por dejar que cada trabajador decida individualmente cu nto ahorra, y no existe un seguro social obligatorio, no hay una buena vejez para todos. Son pa ses donde hay que hacer una colecta en Tiktok para que un anciano de 82 a os pueda dejar de trabajar de cajero de supermercado. Explicado todo esto, creo que se entiende mejor qu pasa con los aut nomos. Es un colectivo enorme y muy diverso, que va desde trabajadores precarios hasta ricos empresarios todos dentro de un mismo r gimen . Son distintos al resto tambi n por una raz n: pueden elegir su base de cotizaci n. Deciden cu nto contribuyen a este seguro obligatorio, a partir de un m nimo. Y hasta hace muy poco daba igual cu nto ganaran: la mayor a pagaba lo mismo, el m nimo posible. En 2018, eran 279 euros al mes. Con los trabajadores por cuenta ajena, no es as . Las empresas pagan las cotizaciones sociales en funci n del sueldo, seg n unas tablas fijas por tramos. Unas cotizaciones que han aumentado a lo largo del ltimo medio siglo con los gobiernos de izquierdas y que las derechas (y la patronal) siempre han tratado de recortar. Que los aut nomos pudieran decidir libremente su cotizaci n es algo que ha generado enormes distorsiones en este colectivo. Aut nomos que acaban siendo explotados y otros que se aprovechan del sistema. Lo que suele ocurrir con todos los trabajadores en los pa ses donde no hay seguro social, o no es solidario ni obligatorio. Una parte de los aut nomos, los m s precarios, no solo tienen dificultades para llegar a fin de mes. Tambi n se encuentran despu s con que su protecci n social es rid cula. Si cotizas por la m nima, tu pensi n es nfima. Igual que lo que cobras durante una baja por enfermedad, cuando te encuentras con un c ncer o cualquier otra dolencia grave. Hay otro problema: que los aut nomos puedan decidir cu nto cotizan ha llevado a algunos de ellos sol an ser los de mayores ingresos a hacerlo de manera estrat gica, ajustando el importe seg n su edad para optimizar la pensi n: para lograr la m xima posible con el menor coste posible. Como no cuenta igual toda la vida laboral, como los dem s trabajadores no pueden elegir su cotizaci n, este efecto ha provocado que el sistema de cuotas de los aut nomos, en conjunto, sea una de las principales causas del d ficit de la Seguridad Social. Ahora el modelo est cambiando. En 2022, el Gobierno pact con todas las organizaciones afectadas una reforma en las cotizaciones de los aut nomos para que realmente sean obligatorias, contributivas y solidarias. Para que los aut nomos paguen cuotas a la Seguridad Social en funci n de sus ingresos. Que, poco a poco, su seguro social sea exactamente igual al de cualquier otro trabajador con los mismos ingresos, tanto en beneficios como en coste. Que no haya trabajadores de primera y de segunda. El objetivo es equiparar sus cuotas con las del resto de los trabajadores en 2032. Con esa meta, el Gobierno acaba de anunciar las subidas que propone para los pr ximos tres a os. En los sueldos m s bajos, suben menos y siguen siendo inferiores a los 279 euros que se pagaban en 2018 . En los m s altos, en cambio, se llegar n a duplicar. La columna de 2025 muestra lo que se abona hoy. Y quienes empiezan a cotizar y tienen ingresos netos inferiores al salario m nimo, durante los dos primeros a os, solo pagan 80 euros al mes. Ingresos netos, por cierto, significa despu s de descontar todos los gastos deducibles, incluida la propia cuota de cotizaci n.
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Incluso con las nuevas subidas, las cuotas de los aut nomos a n seguir n en 2028 por debajo de las que aportan los asalariados con sueldos equivalentes. Por ejemplo: alguien que cobra 2.000 euros netos al mes unos 31.500 brutos al a o tambi n recibe otros 833 euros mensuales de su empresa en forma de cotizaciones sociales. Aunque no lo perciba directamente, lo notar el d a que se jubile. Esta reforma no fue solo una iniciativa del Gobierno: es una medida que parti del Pacto de Toledo, recogida en el punto cuarto de las recomendaciones de 2020. En su momento, fue aprobado en el Congreso con el apoyo de la gran mayor a de los partidos. Otra cosa es aplicarla: es una medida impopular. Muchos aut nomos ven c mo su cuota va subiendo a o tras a o, y casi nadie explica bien el porqu ni los beneficios que consiguen a cambio. Este es uno de los problemas de fondo. Los aut nomos tienen la sensaci n de pagar m s porque son los trabajadores que mejor conocen, euro a euro, cu nto aportan. Con los asalariados sucede justo lo contrario: pocos saben detallar su sueldo bruto antes de retenciones, y menos a n la cantidad exacta que paga su empresa por ellos, incluyendo esa parte menos visible de la retribuci n que son las cotizaciones a la Seguridad Social. Los aut nomos saben muy bien cu nto cuestan sus obligaciones que muchas veces chocan con una burocracia absurda , pero no conocen tan bien sus derechos. Por ejemplo, hay algunos aut nomos que no sab amos que ten amos derecho al permiso de paternidad remunerado. Y hablo en primera persona: llevo d cadas cotizando como aut nomo y con mis hijos peque os descubr que tambi n ten a derecho a esta prestaci n. El PP, despu s de votar a favor de la reforma, ahora la critica con demagogia: llama subida de impuestos a algo que no lo es. Y muchos partidos de izquierdas se ponen de perfil, o cuestionan directamente la reforma, conscientes de lo impopular que puede resultar entre muchos ciudadanos. Pero creo que es justo que las cuotas suban poco a poco. Que este seguro obligatorio se equipare para todos los trabajadores, con las mismas ventajas y obligaciones. Es justo para quienes tienen ingresos m s altos, pero a n m s para los que ganan menos. Dejar a los trabajadores con sueldos precarios fuera de la cobertura y de las cotizaciones de la Seguridad Social como ocurr a con las empleadas dom sticas solo fomenta una mayor vulnerabilidad. La lucha es otra: que cobren m s. Y eso rara vez se consigue sin una defensa solidaria de los intereses comunes, como la que representa para todos los trabajadores el modelo de cotizaci n. Tambi n hay casos de econom a sumergida: trabajadores que no declaran todos sus ingresos, los del con factura o sin factura? . Un fraude demasiado extendido, que deber amos erradicar. Hay otras cr ticas de los aut nomos donde tienen toda la raz n. Por ejemplo, que tengan que adelantar el IVA de facturas emitidas pero a n no cobradas. Es un problema que se deber a repensar. Pero son precisamente los aut nomos en precario quienes saldr n m s beneficiados de estas reformas. Que no haya fuerza de trabajo disponible a precios del tercer mundo favorece, a la larga, a todos los ciudadanos, y especialmente a los m s vulnerables. Igual que ocurri con la subida del salario m nimo. Y ese joven que pedalea entre los coches bajo la lluvia para repartir una pizza no es un emprendedor. Es un trabajador precario. Ojal vivamos alg n d a en un pa s donde su esfuerzo se pague con dignidad.

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