Wednesday 29 October 2025
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eldiario - 21 hours ago

David McCraw, el abogado del New York Times : “No pactaremos fuera de los tribunales con Trump”

El abogado principal de la redacción, referente para la libertad de prensa y profesor de Derecho en la Universidad de Harvard, dice que su periódico mandaría un mensaje equivocado si llegara a un acuerdo extrajudicial con el presidente de EEUU por una demanda por difamación como han hecho otros medios Trump amenaza la libertad de expresión en EEUU con su acoso a las voces críticas El 13 de octubre de 2016, unas semanas antes de las elecciones presidenciales, David McCraw respondi a una carta de los abogados de Donald Trump que amenazaba a The New York Times por publicar los testimonios de dos mujeres que contaban tocamientos inapropiados por parte del entonces candidato republicano. McCraw, que ahora lleva m s de dos d cadas en el Times y es el abogado principal de la redacci n, respondi de manera contundente con una misiva que para l era como tantas otras, pero que se convirti en una bandera a favor de la libertad de prensa. Tambi n fue el comienzo de la investigaci n de casos de acoso sexual que llev al peri dico a destapar los abusos del productor Harvey Weinstein un a o despu s, y McCraw, que tambi n defendi a las periodistas en ese asunto, se posicionaba a favor de publicar las denuncias de las mujeres. Silenciando sus voces no habr amos servido bien no s lo a nuestros lectores, sino a la democracia. Hicimos lo que permite la ley: publicamos informaci n de inter s period stico sobre un tema que preocupa al p blico , escribi el abogado. Si el se or Trump no est de acuerdo, si cree que los ciudadanos estadounidenses no ten an derecho a escuchar lo que estas mujeres ten an que decir y que la ley de este pa s nos obliga a nosotros y a quienes se atrevan a criticarlo a guardar silencio o ser castigados, damos la bienvenida a la oportunidad de que un tribunal lo corrija . Las amenazas de Trump y sus abogados no fueron entonces a ning n lado ni siquiera presentaron una demanda , pero McCraw recordar a despu s ese octubre de 2016 con nostalgia , seg n cuenta en su libro Truth in Our Times, publicado en 2019 y donde cuenta c mo minusvalor durante demasiado tiempo la amenaza que supon an las acciones del presidente para la libertad de prensa, y c mo de polarizado estaba el pa s tambi n sobre algo que hasta entonces parec a un principio b sico. Casi un a o despu s de la segunda victoria de Trump, McCraw cuenta que nunca hab a visto un ataque concertado como el de ahora por parte del Gobierno contra la prensa. Hace unos d as, los abogados del presidente volvieron a presentar una demanda contra el Times por valor de 15.000 millones de d lares (m s de 12.000 millones de euros) por supuesta difamaci n en dos art culos sobre su campa a despu s de que un tribunal de Florida desestimara la primera versi n por el lenguaje partidista del texto de la querella. McCraw, que da clases sobre legislaci n de medios en la Universidad de Harvard, conf a en que la nueva generaci n de abogados y jueces reconstruya las instituciones democr ticas. Hablamos despu s de una conferencia de McCraw en Londres sobre la confianza y la informaci n. Esta es nuestra conversaci n editada por extensi n y claridad. Estaba preparado para lo que est sucediendo en el segundo mandato o le sigue sorprendiendo? Ha habido muchos cambios desde su primer mandato, y algunos de ellos escapan a lo que piensa Donald Trump o a lo que est haciendo su Gobierno. La situaci n econ mica de los medios ha empeorado, tanto por las adquisiciones corporativas como por la continua amenaza a la viabilidad financiera de muchos de ellos. Afortunadamente, The New York Times no ha afrontado eso y ha tenido bastante xito. Pero esto debilita la capacidad de los medios para luchar por la libertad de prensa tanto en t rminos de voluntad como de recursos. Si est s dispuesto a luchar, necesitas recursos para hacerlo. El creciente control sobre la prensa es algo que no hab amos visto antes. Si analizamos las distintas piezas, ninguna parece tan grave, pero al unirlas, sale la imagen de una Administraci n que desaf a la naturaleza misma de las relaciones entre la prensa y el Gobierno. Lo vemos con el Pent gono, con nuevas restricciones a los periodistas, que se han negado a aceptarlas y han sido reemplazados por peque os medios de comunicaci n de derecha. Lo vemos en las demandas por difamaci n del presidente contra el Wall Street Journal y The New York Times. Lo vemos en la cancelaci n de la financiaci n de los medios p blicos y en la intervenci n de la Comisi n Federal de Comunicaciones (FCC) en el contenido de una manera nunca vista. Ahora existe un esfuerzo concertado para cambiar el modelo de funcionamiento de la prensa y el gobierno en Estados Unidos. No percib que en el primer mandato hubiera un esfuerzo para cambiar estructuralmente las cosas. Sin duda, hubo hostilidad y ataques, pero no la visi n de que deber a haber una prensa que no cumpla su funci n habitual de promover la rendici n de cuentas y ser un organismo de control del Gobierno. El creciente control sobre la prensa es algo que no habíamos visto antes... No percibí que en el primer mandato hubiera un esfuerzo para cambiar estructuralmente las cosas. Sin duda, hubo hostilidad y ataques, pero no la visión de que debería haber una prensa que no cumpla su función habitual de promover la rendición de cuentas y ser un organismo de control del gobierno Trump ha vuelto a presentar la denuncia contra The New York Times por difamaci n despu s de que el juez la rechazara por c mo estaba escrita. Ve alg n cambio sustancial? Los abogados del presidente presentaron una larga denuncia, de 85 p ginas, llena de ataques pol ticos y ret rica partidista. El juez decidi que no cumpl a con los est ndares de una querella, la desestim y dio tiempo a los abogados para presentar una nueva, y as lo han hecho. Ahora tenemos una querella mucho m s est ndar. Ataca dos art culos, s lo dos a pesar de tener 40 p ginas. Y dentro de esos dos art culos, un n mero muy peque o de declaraciones. Todav a solicita 15.000 millones de d lares en da os. Fotografía de archivo del edificio del periódico The New York Times en Nueva York. EFE / JUSTIN LANE Las cifras de los da os son inventadas. No tienen pruebas necesarias para incluirlas en su demanda. La solicitud de 15.000 millones sugiere hasta qu punto es una demanda de cara a la galer a. Est dise ada para el consumo p blico o para alimentar el mensaje de que Donald Trump est en guerra con los medios, lo cual es lamentable tanto desde un punto de vista legal, porque los tribunales no deber an usarse indebidamente para obtener beneficios pol ticos, como en t rminos de enviar el mensaje equivocado al p blico, que deber a ver que la prensa tiene un papel que desempe ar en nuestro sistema. Puede haber una batalla legal prolongada? Espero que no. Es una demanda por difamaci n bastante sencilla. Me parece que lo que tenemos aqu se reduce a los mismos pilares de cualquier demanda por difamaci n: solicitaremos la desestimaci n; los abogados del presidente la defender n. Si el juez decide que tiene fundamento, se pasar al proceso de investigaci n de pruebas. Se desarrollar como se han desarrollado durante d cadas en este pa s. La solicitud de 15.000 millones sugiere hasta qué punto es una demanda de cara a la galería. Está diseñada para el consumo público o para alimentar el mensaje de que Donald Trump está en guerra con los medios En cierto modo, nos beneficia, por ejemplo, en comparaci n con ser atacados en los tribunales de las redes sociales porque, a diferencia de las redes, los tribunales se preocupan por los hechos. El est ndar de la prueba es decisivo. Las falsedades se castigan. Nada de eso aplica en redes sociales cuando nos atacan, que es la otra forma en que suceden las disputas en este pa s y donde la desinformaci n, la informaci n err nea y las mentiras descaradas pueden impulsar el mensaje. Eso no va a suceder en los tribunales. Confiamos en que los tribunales hagan lo que siempre han hecho: intentar de la mejor manera posible llegar a la decisi n legal correcta. M s all de los tribunales, el presidente tiene alguna herramienta contra el Times, como ocurre, por ejemplo, con la televisi n, que depende de licencias p blicas, o con empresas en medio de fusiones que tienen que ser aprobadas por la Administraci n? No vemos eso en nuestro caso. No estamos regulados por la Comisi n Federal de Comunicaciones (FCC). No tenemos emisoras de televisi n ni de radio, lo cual es un punto de presi n. No participamos en megafusiones, que es otro punto donde las grandes empresas de medios se han visto presionadas por el Gobierno federal. Por lo tanto, en nuestra situaci n actual, no nos preocupa ese tipo de presi n. Ve alg n escenario en el que The New York Times pueda llegar a un acuerdo extrajudicial, a pactar una indemnizaci n fuera de los tribunales? No. Hace d cadas que no llegamos a un acuerdo extrajudicial por difamaci n en Estados Unidos. Creemos que pactar fuera de los tribunales mandar a un mensaje equivocado. Y tambi n creemos que se trata de una demanda muy d bil. Lo hemos dicho repetidamente. Se reduce a dos art culos y a unas pocas declaraciones. Creemos que tenemos defensas muy s lidas para todas ellas. Se siente el Times un poco solo en estas batallas mientras otros medios llegan a acuerdos y hacen concesiones? No estamos solos, pero el grupo ya no es tan grande como antes. Hubo un tiempo en que sent amos que exist a un amplio apoyo a la libertad de prensa en el sector. Volvemos a lo que dije antes: se necesita dinero y buena voluntad. Los medios m s peque os no tienen los recursos que ten an antes para promover la libertad de prensa. Y la buena voluntad de algunos de nuestros colegas ya no es la misma debido a los cambios de propiedad. Dicho esto, todav a hay un amplio consenso sobre la importancia de la libertad de prensa en los medios. Se ha visto en la controversia del Pent gono: la cantidad de medios que se han negado a aceptar las credenciales de prensa del Pent gono ha sido significativa, e incluye tambi n a medios conservadores. Eso me da esperanza sobre el valor de la unidad cuando la libertad de prensa est en juego. Los medios más pequeños no tienen los recursos que tenían antes para promover la libertad de prensa. Y la buena voluntad de algunos de nuestros colegas ya no es la misma debido a los cambios de propiedad Ve ese tipo de apoyo entre el p blico? Escrib en el libro sobre el problema de la necesidad de convencer y creo que sigue existiendo. En las encuestas se ve que la confianza en los medios ha disminuido. Seg n una encuesta de Ipsos, el 26% de la gente cree que el presidente deber a poder cerrar los medios que se porten mal, sea lo que sea que eso signifique. Es muy preocupante. Otra encuesta reciente del Instituto Pew revela que la libertad de prensa es importante, pero s lo la mitad de los encuestados est de acuerdo con la independencia de la prensa. E sa es una brecha que debemos abordar para que la gente comprenda que los medios tradicionales funcionan de forma independiente. Cuando preguntas en abstracto sobre si la libertad de prensa importa, el 77% de las personas da una respuesta positiva, pero, si preguntas espec ficamente sobre qu deber a hacer la prensa y qu poder deber a tener, las cifras no reflejan lo mismo. Tenemos que seguir explicando a la gente c mo y por qu hacemos nuestro trabajo, y recalcar el valor de la libertad de expresi n para las personas en sus vidas. Esto no es s lo algo que sucede en Washington. Cuando el Pent gono impone restricciones, eso va a ser en ltima instancia perjudicial para los ciudadanos que se preocupan por la defensa nacional. La prensa deber a plantear estos puntos de forma m s colectiva o coordinada? No s si de manera coordinada, pero espero que todos lo defiendan. Debemos dejar claro que la libertad de expresi n es importante. Hay una manera de lograrlo: que no se trate de la prensa contra Trump, sino de qu se lleva el p blico y cu les son sus necesidades. Creo que lo hemos dado por sentado durante demasiado tiempo. Hace unos a os trabaj pro bono en varios pa ses impulsando leyes de libertad de informaci n y la revisi n de las leyes de difamaci n. Algo alentador fue ir a pa ses que no ten an leyes de libertad de informaci n y encontrar el apoyo de la comunidad empresarial. Quer an saber qu estaba pasando en su pa s para saber d nde y c mo invertir de manera segura. Espero que encontremos aliados fuera de los medios de comunicaci n. La Primera Enmienda es bastante excepcional en el mundo. En Europa hay muchas m s restricciones sobre difamaci n o discurso de odio, y se puede argumentar que hay sociedades menos divididas que en Estados Unidos. Qu opina? No cabe duda de que existen diferentes perspectivas sobre la libertad de prensa. Podemos debatir con nuestros colegas europeos sobre el valor de la privacidad, que se protege m s all , y sobre c mo el discurso del odio tiene protecci n en Estados Unidos. Son debates interesantes, pero no creo que definan el consenso en torno a la libertad de expresi n, que s existe en la idea fundamental de que la prensa necesita ser libre para fomentar el libre pensamiento y ser un freno al gobierno. Una de las primeras veces que hice un trabajo pro bono internacional fue en Yemen con la ONG Article 19. Fue muy interesante escuchar c mo hablan de cuestiones como la inconstitucionalidad del derecho de r plica en Estados Unidos. Podemos discrepar de los detalles, pero, en esencia, la idea de que la prensa debe tener la libertad de fomentar la libertad de pensamiento y de ser un freno al poder, es compartida, independientemente de c mo se modifiquen las leyes en diferentes lugares. Podemos discrepar de los detalles, pero, en esencia, la idea de que la prensa debe tener la libertad de fomentar la libertad de pensamiento y de ser un freno al poder, es compartida, independientemente de cómo se modifiquen las leyes en diferentes lugares Puede haber m s restricciones legales para la libertad de prensa en Estados Unidos? Puede cambiar la interpretaci n del caso New York Times contra Sullivan (la sentencia del Supremo de 1964 que protege a la publicaci n de informaci n mientras no haya malicia)? No soy de los que creen que Sullivan est en grave peligro. Dos jueces del Tribunal Supremo se han pronunciado en contra de la idea, pero la gran mayor a de los tribunales la han mantenido. El Supremo ha tenido 10 o 15 oportunidades en los ltimos cinco a os para revisar la sentencia y decidir si la modifica, y ha optado por no aceptar ninguno de esos casos. No creo que haya mucho inter s en el Supremo, m s all de los dos jueces, para abordarla. Parte de eso se debe a que es un caso bien establecido. Lo hemos respetado desde 1964. En segundo lugar, no es un asunto partidista en el sentido de que los medios conservadores usan Times contra Sullivan para defenderse. El presidente Trump ha sido demandado por difamaci n ocasionalmente, y tambi n ha utilizado Times contra Sullivan. Todos lo hacemos, independientemente de nuestra posici n pol tica. As que creo que es probable que se mantenga. No creo que el caso New York Times contra Sullivan esté en peligro... Está bien bien establecido. Lo hemos respetado desde 1964. Y no es un asunto partidista en el sentido de que los medios conservadores usan el caso para defenderse Podr a haber alg n cambio. Todo depende de la definici n de qui n es una figura p blica y qui n no. El Tribunal Supremo nunca ha dicho mucho sobre qui n es una figura p blica, que se podr a redefinir. Tampoco me sorprender a ver que se presta mayor atenci n aqu a si las leyes deber an abordar el discurso de odio, el acoso en l nea y ese tipo de cosas que en gran medida han sido protegidas por la Primera Enmienda. He visto un cambio en los ltimos cinco a os en que los tribunales est n m s dispuestos que en el pasado a decir que cuando un medio de comunicaci n publica algo que afecta a la vida privada, las personas deber an tener la oportunidad de demandar. Veo que en ambos casos hay una creciente preocupaci n p blica por la excesiva protecci n de la ley a la prensa y a los oradores de todo tipo. La definici n de persona p blica podr a convertirse en un problema si eso no incluye a empresarios o figuras de ese tipo? S . Al principio, Times contra Sullivan se aplicaba s lo a funcionarios p blicos, y tres a os despu s se convirti en la protecci n de figuras p blicas, bas ndose en la teor a de que las figuras p blicas del sector privado tienen tanta influencia como el gobierno, ya sean estrellas de cine o due os de grandes corporaciones. Si se modifican las normas para que menos personas sean figuras p blicas, probablemente habr peque os cambios. La diferencia entre la figura p blica y el individuo privado es que la figura p blica debe demostrar verdadera malicia. Una figura privada s lo necesita demostrar que el medio actu con negligencia. A n tendr amos una defensa en esos casos, porque esperamos poder demostrar que, incluso si cometimos un error, no fuimos negligentes. As que, no creo que suponga un cambio radical en la ley. Imagen de archivo de la sede del New York Times en Nueva York (EEUU). EFE/JUSTIN LANE En otro reto legal fundamental, deber a haber coordinaci n en la querella contra OpenAI y Microsoft por la propiedad intelectual de la prensa? Para empezar, creemos que tomar nuestros archivos y usarlos para entrenar su software de IA est mal, que est n copiando y robando, y no tienen derecho a utilizarlos gratis. Creemos firmemente en esta demanda, en que la ley de derechos de autor protege nuestro contenido. La segunda cosa es que estamos a favor de la tecnolog a. La IA ser fundamental en las redacciones. Y los usos que los periodistas hacen de ella son extraordinarios: analizan grandes conjuntos de datos y comprenden tendencias, detectando aspectos que no podr amos alcanzar con solo la inteligencia humana. Creemos, sin embargo, que los medios de comunicaci n tradicionales tendr n un lugar en el nuevo ecosistema informativo, en constante evoluci n, y que debemos seguir prosperando para formar parte de l. Lo que est n haciendo las empresas de IA generativa socava el modelo de negocio y supone un riesgo si crean productos que nos sustituyen cogiendo gratis nuestro contenido, algo a lo que no tienen derecho y que pondr en riesgo los ecosistemas de informaci n que necesitamos. Sin que haya coordinaci n con otros, ahora hay docenas de demandas por esto. No est n coordinadas, pero me alegra ver c mo autores individuales, medios, Reddit y otras empresas online dicen que esto tiene que parar. Es importante difundir el mensaje contundente de todo el sector, de todos los sectores, de que el contenido no se puede robar ni usar para crear productos competitivos. Lo que están haciendo las empresas de IA generativa socava el modelo de negocio y supone un riesgo si crean productos que nos sustituyen cogiendo gratis nuestro contenido, algo a lo que no tienen derecho y que pondrá en riesgo los ecosistemas de información que necesitamos En este caso llegar a a un acuerdo extrajudicial? Acabamos de anunciar un acuerdo con Amazon para inteligencia artificial generativa. Si recibimos una compensaci n adecuada, claro que llegar amos a un acuerdo como en cualquier otro litigio, pero con una cantidad que refleje el valor de nuestro contenido. Tambi n debemos considerar si existe valor en establecer el derecho de los titulares de derechos de autor, lo cual podr a requerir otro litigio. A largo plazo, la IA supone una amenaza mayor para la libertad de prensa que la presi n de un gobierno en particular? La IA es una amenaza no tanto para la libertad de prensa, como para los medios tradicionales. Y creo que el p blico saldr perdiendo. Lo que hacen los periodistas es informar sobre lo que la IA no puede, es decir, lo que ocurre en el mundo real: est n en las reuniones del Ayuntamiento, en el Parlamento, en zonas de guerra. Esa informaci n no est disponible para las empresas de IA porque no est en Internet. Y si observas algunos de los resultados err neos que se obtienen de la IA, te dar s cuenta de que tampoco es saludable en un ecosistema de informaci n. Los medios debilitados y la dependencia de fuentes poco s lidas suponen un ataque al derecho a conocer el valor de la informaci n en la sociedad. Est preocupado? Ha visto mucho, pero en los ltimos diez a os han pasado muchas cosas. No creo que nadie que preste atenci n pueda evitar preocuparse. Las instituciones que nos han servido bien est n siendo atacadas. Espero que sean lo suficientemente fuertes como para sobrevivir. Y, si se ven da adas o magulladas en los pr ximos a os, que en el futuro se puedan reparar. Una de las cosas que les digo a mis estudiantes de Derecho es que deber an verse como la generaci n que reparar las instituciones democr ticas. Y deber an empezar a pensar ahora en c mo hacerlo. Una de las cosas que les digo a mis estudiantes de Derecho es que deberían verse como la generación que reparará las instituciones democráticas. Y deberían empezar a pensar ahora en cómo hacerlo Qu le da esperanza? Conf o mucho en que las personas hagan lo correcto. Es f cil apelar a nuestros instintos b sicos. Pero tambi n tenemos instintos nobles, y podemos invocarlos para hacer lo correcto. Ha habido pocas oscuras en la historia y las hemos superado. Encontraremos la manera de volver a hacerlo. Mis estudiantes me dan esperanza. Muchos est n muy interesados en usar la ley para ayudar a la gente. No tenemos que convencer a todo el mundo, no tenemos que conseguir el 100% de aceptaci n, y tampoco empezamos desde cero ni defendemos una idea con la que nadie est de acuerdo. S lo tenemos que alcanzar una masa cr tica. Espero que a medida que la situaci n se vuelva m s sombr a, la gente diga: No puedo quedarme al margen .


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