eldiario - 3 days ago

El material utilizado en la restauración del vertedero minero, ubicado en la cuenca vertiente del Mar Menor, presenta niveles de metales pesados que sobrepasan los valores seguros establecidos legalmente en la Región. Los responsables conocieron los datos tóxicos de la tierra antes de ser suministradaEl juzgado de Cartagena investiga la actuación del Gobierno de Murcia en el sellado del depósito minero de El Lirio Un total de 149 an lisis de laboratorio realizados en la cubierta de sellado del dep sito minero El Lirio, en Cartagena, cuya restauraci n ambiental concluy en 2024 a cargo del Gobierno de la Regi n de Murcia y de la empresa p blica Tragsa, evidencian que se utiliz en las obras una capa de tierra vegetal contaminada por metales pesados. As lo constatan especialistas en suelos contaminados y edafolog a consultados por elDiario.es. Los ensayos revelan que los t xicos m s abundantes en dicha tierra, que abarca una superficie de m s de 70.000 metros cuadrados, y sobre la que se han sembrado 52.000 plantas, son plomo (Pb), ars nico (As) y manganeso (Mn), los tres en cantidades que sobrepasan y multiplican los Niveles Gen ricos de Referencia (NGR) de la comunidad murciana. El Lirio se encuentra protegido por la Red Natura 2000, y esta circunstancia supone un riesgo para un ecosistema de alto valor ecol gico. Este peri dico ha tenido acceso, asimismo, a informes preliminares de la tierra efectuados por Tragsa antes de que sta fuera suministrada, que arrojan valores de hasta 767 miligramos por kilogramo de plomo (mg/kg) cuyo nivel de seguridad est fijado en 115 mg/kg , de 36,1 mg/kg de ars nico su umbral seguro es 13 y de 1190 mg/kg de manganeso con NGR 600 . Estos datos de la tierra eran conocidos por la Administraci n auton mica y la mercantil estatal con car cter previo a su utilizaci n en el sellado. Por ella se pag , tal y como figura en los pliegos y contratos del proyecto, un total de 313.950 euros, a precio de material de primera calidad . Esa tierra no puede utilizarse en ninguna remediaci n Para Jordi Sierra, investigador de suelos contaminados de la Universidad de Barcelona, es inconcebible que se restaure un emplazamiento tan delicado como un vertedero de est riles mineros con materiales que contienen una contaminaci n tan fuerte . La capa de sellado presenta, adem s, una cantidad inabarcable de escorias de la fundici n del plomo, un residuo cargado de metales pesados sometidos a procesos de liberaci n con el paso del tiempo. Las especies vegetales plantadas como parte final de la regeneraci n del dep sito est n creciendo a d a de hoy junto a este tipo de fragmentos. El sellado de El Lirio fue catalogado por el consejero de Medio Ambiente auton mico, Juan Mar a V zquez, el pasado 14 de febrero, como la mayor restauraci n minera de Espa a . Una escoria de la fundición del plomo sobre la tierra vegetal de la cubierta de sellado de El Lirio. Se trata de residuos de la antigua industria minera que liberan metales pesados a su alrededor / Fotografía tomada en octubre de 2025 Esa tierra no puede utilizarse, bajo ning n concepto, en un trabajo de remediaci n ambiental , opina, por su parte, el profesor de Edafolog a de la Universidad de Granada Francisco Jos Mart n. Los resultados de los ensayos de la cubierta vegetal que certifican su toxicidad forman parte de un informe pericial encargado por Tragsa a Sedwick Iberia, bajo una orden del propio Ejecutivo auton mico, despu s de que este peri dico publicara el pasado 11 de febrero una investigaci n sobre la contaminaci n del suelo que se hab a utilizado para rehabilitar el vertedero. El documento, al que ha accedido esta redacci n, fue entregado en sede judicial en julio. Previamente, en abril, la titular del Juzgado de Instrucci n 1 de Cartagena hab a incoado diligencias previas de investigaci n al admitir indicios incriminatorios contra la Administraci n regional y la empresa p blica tras una denuncia de Ecologistas en Acci n. En la cuenca vertiente del Mar Menor La mayor a de las 149 muestras de la cubierta recogidas en el pericial presentan niveles de toxicidad ampliamente superiores a los NGR establecidos en el Proyecto de Decreto de NGR de la Consejer a de Medio Ambiente de 2025. En concreto, a los valores referentes a otros usos del suelo, los m s restrictivos, al estar El Lirio en un sistema monta oso protegido como Lugar de Inter s Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000, y al estar regulado como suelo de protecci n ambiental por el Plan de Ordenaci n de los Recursos Naturales murciano (PORM), como parte del Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Pe a del A guila. El dep sito, adem s, se ubica en la cabecera de la rambla de la Carrasquilla, en plena cuenca vertiente del Mar Menor: el principal objetivo de las obras de restauraci n era proteger a la laguna salada de recibir metales pesados con la lluvia y el viento. Con fondos europeos El importe de dinero p blico ejecutado para acometer la remediaci n del dep sito fue de 6,2 millones de euros. Cuatro de esos millones llegaron v a subvenci n del Ministerio para la Transici n Ecol gica y el Reto Demogr fico (MITECO), y 843.000 euros fueron inyectados a trav s de fondos europeos. El resto fue pagado por el Gobierno regional, promotor, supervisor y responsable ltimo del proyecto. Entregadas por la constructora Gonz lez Soto S.A., los miles de toneladas de tierra vegetal ponen en evidencia la gravedad de que, actualmente, afirma el edaf logo Jos Mat as Pe as, una instalaci n minera identificada como peligrosa que contaminaba de metales pesados todo cuanto estaba a su alrededor siga haci ndolo tras ser sellada con un material tambi n contaminado por metales pesados . Tierras en origen por encima de l mites industriales El Real Decreto 09/2005, por el que se establecen criterios y est ndares para la declaraci n de suelos contaminados, define NGR como concentraci n m xima de una sustancia contaminante que no conlleva riesgo superior al m ximo aceptable para la salud humana o los ecosistemas . En la Regi n, para otros usos del suelo, el NGR de plomo est fijado en 115 mg/kg, el de ars nico en 13 y el de manganeso en 600. Una serie de anal ticas demuestran que la tierra vegetal seleccionada por Gonz lez Soto ya estaba contaminada antes de utilizarse en la obra. En febrero de 2024, como paso previo a llevarla a El Lirio y completar la capa de sellado, compuesta tambi n por geotextiles, gravas y arcillas, un an lisis efectuado por Tragsa en un laboratorio acreditado hall cantidades de 767 mg/kg de plomo y 36,1 mg/kg de ars nico. Se multiplicaban por siete los niveles seguros del primer t xico y por casi tres los del segundo. El ars nico incluso superaba su umbral tolerable de uso industrial, fijado en 30 mg/kg. El material iba repleto, aparte, de escorias de la fundici n, trozos de asfalto, bloques de hormig n y escombros. Las especies vegetales plantadas en El Lirio crecen junto a las escorias / Fotografía tomada en octubre de 2025 Las tierras fueron elegidas, seg n la documentaci n facilitada al juzgado por la empresa p blica, de seis fincas del Campo de Cartagena. En esos ensayos previos aparecen tambi n magnitudes de 209 y 357 mg/kg de plomo, 15 de ars nico y 1120 de manganeso. No es admisible que a estos suelos se les llame de primera calidad, cuando, precisamente, se pretende eliminar el impacto ambiental de un vertedero minero. Esos niveles de metales pesados indican que se han utilizado tierras contaminadas, o que se han mezclado residuos contaminantes con otros materiales y se han depositado en el sellado , explica Jordi Sierra. Da la impresi n de que se ha hecho una mezcla de suelos de distintas fincas, unas m s contaminadas que otras, para diluir las concentraciones de metales pesados de tierras con valores m s altos de contaminaci n. Es evidente que no son, en ning n caso, de primera calidad , determina, en el mismo sentido, Francisco Jos Mart n. Triplicando el NGR de plomo En enero de 2025, una vez asentada la tierra sobre la superficie ya aparentemente restaurada del dep sito, Tragsa llev a laboratorio otras 16 muestras. De toda ellas, 15, el 94%, sobrepasan el NGR de plomo, con valores de hasta 373 mg/kg, m s del triple del l mite seguro. El 100% supera el nivel permitido de manganeso, con cifras m ximas de 1940 mg/kg. En marzo, como parte de la auditor a ordenada por el Gobierno regional, la empresa p blica encarg a la Universidad Polit cnica de Cartagena (UPCT), la Universidad Aut noma de Madrid (UAM) y el Centro de Edafolog a y Biolog a Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) que hicieran sus respectivos an lisis de la cubierta. La UPCT realiz 44 ensayos, con n meros de plomo de hasta 295 mg/kg. La UAM llev a cabo 39 muestreos, de los cuales el 48% supera el rango permitido de ars nico y el 61% el de plomo, con cantidades que alcanzan los 360 mg/kg. El CEBAS-CSIC recolect 50. La mitad de ellos supera el nivel de referencia de ars nico, con m ximos de 27 mg/kg. El 84% excede el de plomo, con guarismos totales de 406 mg/kg. Este tipo de fragmentos tóxicos emerge de la tierra con el paso del tiempo por acción de la erosión eólica e hídrica / Fotografía tomada en octubre de 2025 Esos suelos se deber an declarar, de manera oficial, como potencialmente contaminados. Todos los datos de los an lisis nos dan una idea del posible riesgo que pueden tener con el paso del tiempo. Se trata de valores an malos que no deber an estar ah . Las tierras utilizadas en restauraciones de este tipo deben tener buenas propiedades para que no se generen problemas a corto plazo , incide Mart n. Lo que se deber a hacer ahora es sustituir, inmediatamente, esos materiales por otros limpios para eliminar el riesgo ambiental. Nunca antes hab a visto utilizarse un terreno as para sellar un lugar contaminado. Cualquier suelo limpio, cualquier tierra de cultivo decente, no dar a ni de lejos esos niveles de metales y metaloides , apunta Sierra. Fuentes consultadas de Tragsa se limitan a afirmar, a preguntas de este diario, que los datos de los informes validan que la tierra vegetal es apta para el uso dado , sin entrar en m s detalles. Un suelo plagado de escorias En el pericial de la mercantil p blica se rechaza una y otra vez, asimismo, la presencia de escorias de la fundici n del plomo, que saltan sin embargo a la vista a lo largo de la capa de sellado. Tanto en la inspecci n como en las campa as de muestreo, la tierra vegetal present una apariencia sana y natural , certifica el documento. UPCT, UAM y CEBAS-CSIC tambi n niegan haber visto fragmento alguno. Pero las escorias brotan cada pocos metros en El Lirio. Tienen un color negro muy caracter stico y surcos que recuerdan a la lava solidificada. Jos Mat as Pe as afirma que con el paso de los meses ir n descubri ndose todav a m s por acci n de la erosi n h drica y e lica , y que stas se ver n sometidas a procesos de meteorizaci n que incrementar la carga de metales pesados del suelo . La tierra contaminada, direcci n Mar Menor En la actualidad , contin a Pe as, ya se observa c mo, ante episodios de lluvia, la tierra se erosiona y es transportada por escorrent a a la rambla de la Carrasquilla. Esto provoca la contaminaci n de las aguas y los terrenos a lo largo de su recorrido hacia el Mar Menor . En El Lirio, tras las precipitaciones recientes, la cubierta presenta signos evidentes de haber sido removida por el agua. El barro y los sedimentos se acumulan en las canalizaciones y las arquetas, y tambi n aguas abajo, en el lecho del cauce. Las canalizaciones construidas en el depósito durante el proyecto de restauración presentan restos de tierra erosionada que va a parar a la rambla / Fotografía tomada en octubre de 2025 Los estudios preliminares mencionan que el viento y el transporte biol gico de los metales pesados a las especies vegetales eran los otros dos principales riesgos que el dep sito minero expon a al entorno natural. Esos problemas, seg n el edaf logo, no se han eliminado. La erosi n es evidente que se est produciendo, y, con la vegetaci n introducida en la capa de sellado, se iniciar la transferencia de contaminantes desde el suelo hacia las plantas, lo que facilitar la entrada de los metales pesados en la cadena tr fica . Prohibido el uso industrial El Gobierno de la Regi n de Murcia y Tragsa argumentan la defensa de la calidad de las obras, en los documentos aportados al juzgado, en torno a la premisa de que el suelo de El Lirio presenta un uso de tipo industrial, y ese dictamen es avalado tanto por la Direcci n General de Minas encargada de la supervisi n del sellado como por la consejer a de la que depende, la de Medio Ambiente. Es necesario recordar que los NGR de uso industrial son mucho m s laxos que los de otros usos , por lo que los baremos que arroja la tierra vegetal, en la mayor a de casos, estar an por debajo del l mite. Pero en los informes redactados por el propio Ejecutivo murciano antes del comienzo de la restauraci n, en concreto el proyecto y el estudio de impacto ambiental del mismo, se hacen m ltiples referencias al uso forestal del terreno de El Lirio, a su protecci n biol gica, a su localizaci n dentro del PORN regional, al LIC y a la Red Natura 2000. El uso industrial no ser a legal seg n estos mismos documentos. A su vez, el acuerdo rubricado entre la Comunidad Aut noma y el MITECO para la concesi n de la subvenci n de cuatro millones de euros, publicado en el Bolet n Oficial del Estado, proh be expresamente un uso del suelo del dep sito distinto al forestal en un plazo de 75 a os vista. La tierra vegetal suministrada en la remediaci n de El Lirio deb a ser, atendiendo a los pliegos contractuales, una tierra de primera calidad, rica en materia org nica y minerales para el correcto desarrollo de las plantas . Pero ha resultado ser un aglomerado de escorias y t xicos que sobrepasan las cantidades establecidas legalmente como seguras, y nadie encargado de la supervisi n de los trabajos se percat de ello, a pesar de haber realizado an lisis previos que alertaban de una alta presencia de metales pesados. La clave del caso radica ahora en las pr ximas decisiones que tome la jueza. Est por encargar un informe pericial a la Guardia Civil, tal y como explic en un auto el pasado abril. Ninguna de las peticiones que elDiario.es ha hecho a la Consejer a de Medio Ambiente para recoger su versi n de los hechos ha sido respondida.

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