Sunday 2 November 2025
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abc - 1 days ago

Variant, el nacimiento de un nombre muy «familiar» en Volkswagen

A finales de los años 50, Volkswagen se consolidaba como uno de los grandes a nivel mundial de la industria del automóvil. Pero el Beetle o «Escarabajo» (Tipo 1), el deportivo Karmann y la furgoneta Transporter (Tipo 2) eran una escasa gama frente a la nueva década, a pesar de que el entonces director general de la firma, Heinrich Nordhoff, no quería ni oír hablar de un sustituto del veterano Escarabajo. Pero, en cualquier caso, en una nave de la fábrica de Wolfsburg, reconstruida tras un incendio, en 1959, ya se trabajaba en secreto en un nuevo automóvil. Si bien los ingenieros de la oficina de diseño llevan tiempo estudiando prototipos con motor delantero y tracción delantera o propulsión trasera, finalmente para el nuevo modelo utilizan la misma plataforma del Escarabajo, pero con una carrocería más moderna. Y los primeros prototipos pisan el asfalto a finales de 1960, para someterse a las pruebas correspondientes. Eso sí, los responsables de la marca seguían sin decir nada de un futuro modelo…, hasta que aparecen las primeras fotos en abril de 1961. Pero no será hasta septiembre, en el marco del Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt (IAA), cuando el público pueda ver en directo el VW 1500, un sedán de gama media con el motor bóxer refrigerado por aire, situado en la parte trasera. El VW 1500, denominado internamente Tipo 3, se comercializa como un vehículo que ofrece «elegancia refinada». Este «automóvil práctico» está disponible desde 5.990 marcos alemanes y se dirige a «conductores exigentes» y «consumidores prudentes», según reza la publicidad de la época. Una de las características más destacadas del nuevo modelo es la presencia de dos maleteros propiamente dichos, que ofrecen 180 litros de capacidad en la parte delantera y 200 litros en la trasera. Con 45 CV (para mover 860 kilos de peso) el Tipo 3 contaba con un motor más potente que el del icónico Beetle. Además, el ventilador, antes vertical, se reubicó horizontalmente delante del cigüeñal, reduciendo así la altura total del conjunto. Y en febrero de 1962, se lanza la versión familiar con el nombre de «VW 1500 Variant» que ofrecía un espacio de carga de hasta 1.200 litros. Esta versión conquista rápidamente a familias que buscaban practicidad y espacio. Para evitar confusión con el Plymouth Variant, se le denomina Squareback en el Reino Unido, Estados Unidos y Australia. Con el paso de los años, el Tipo 3 evoluciona, especialmente con la introducción del 1500 S en 1963, equipado con dos carburadores y que desarrollaba 54 CV. En 1965, el motor sube a 1600 cc , y debuta el sedán hatchback 1600 TL, una carrocería de dos volúmenes que anticipaba el diseño del futuro Passat. En 1968, el Type 3 recibió una actualización estética, con un frontal alargado, grandes parachoques cromados e intermitentes y pilotos traseros de mayor tamaño. Así nacieron los «schnauzers cortos y largos», como los conocían los aficionados. Este nuevo aspecto revitalizó al Tipo 3. La producción del VW Tipo 3 finalizó en julio de 1973, con un total de 1,4 millones de berlinas Tipo 3, y nada menos que 1,2 millones de Variant fabricadas. Pero, desde 1968, los 1600 no estaban solos. En mayo de 1968, se presenta el 411, que se pone a la venta en el mes de agosto como «Model Year 1969. Su silueta (basada en una propuesta de Pininfarina del año 1962), si bien recuerda al 1600, en realidad esconde un coche muy diferente. Por primera vez para Volkswagen, también se presenta como un sedán de cuatro puertas. Además, esta carrocería ya no va atornillada sobre la plataforma del Beetle sino que se trata, otra primicia en el fabricante de Wolfsburg, de un monocasco. Eso sí, continua fiel a la arquitectura de motor trasero cuatro cilindros boxer refrigerado por aire. Este propulsor, alimentado por dos carburadores, ve su cilindrada aumentada hasta 1.679 cc, y la potencia alcanza 76 CV a 5000 rpm, que le permite alcanzar 145 km/h. Su baja compresión le permite utilizar gasolina de bajo octanaje. Va asociado a una transmisión manual de cuatro velocidades, pero también se puede optar por una automática de tres. El Tipo 4, con 4,52 metros de largo frente a los 4,23 metros del 1600 en sus tres carrocerías, se presentó al mundo con una campaña publicitaria centrada en el tamaño y las características del vehículo. Uno de los primeros anuncios, proclamaba «Der Grosße aus Wolfsburg» (El Grande de Wolfsburg), mientras que otro declaraba: «Hay cosas que son simplemente las mejores ». Los folletos de venta enfatizaban esta idea, destacando su comodidad: un flujo de aire interior sin turbulencias ni corrientes de aire molestas, un calefactor auxiliar controlado por un termostato independiente del funcionamiento del motor y asientos delanteros con seis ajustes y reclinación total. Y no solo en comodidad, también avanzaba en seguridad. Así, el 411 contaba con zonas de deformación programada delanteras y traseras, un salpicadero acolchado, una columna de dirección plegable y un volante de radios acolchado. Los folletos promocionaban la suspensión del 411 como «similar a la del Porsche 911», pero con mayor énfasis en la estabilidad que en la velocidad… El 411 permite viajar a cinco ocupantes con amplitud, y volumen suficiente para su equipaje, con sus dos maleteros (uno delante y otro detrás). Otra de sus cualidades, destacadas en las pruebas de la época, es su agradable cambio. Pero sin embargo se critica unas prestaciones justas, sobre todo la aceleración, y un consumo elevado, con 14 litros en ciudad y entre 8 y 11 litros en carretera. Esto lleva a que, en septiembre de 1969, Volkswagen desvele una versión con inyección electrónica que eleva la potencia de 76 a 85 CV, y se incremente la velocidad máxima hasta 155 km/h. De paso se monta una barra estabilizadora trasera más gruesa. Exteriormente esta versión incorpora en el frontal dobles ópticas redondas en lugar de las simples ovaladas. La llegada de esta versión de inyección coincide con la incorporación a la gama del familiar 411 Variant, con un amplio portón trasero y la posibilidad de plegar la banqueta trasera para ampliar el volumen de carga. Esta familiar cuenta con tres variantes: Normal, Lujo y Automática. Las ventas iniciales fueron con el inicio de la producción a finales de 1968, se vendieron poco más de 20.000 unidades. En 1969 se fabricaron más de 48.000 Volkswagen 411 y se añadió un modelo de tres puertas a la gama, pero las cifras seguían siendo insignificantes en comparación con el Beetle, que aún se producía a un ritmo asombroso de más de un millón de unidades al año. En 1970, la presentación del Volkswagen K70, marcó el inicio de la era de los Volkswagen con motor delantero y refrigeración líquida. El 411 se exportó a Estados Unidos al año siguiente, y en 1972 se le realizó una actualización estética, pasando a llamarse 412. Este modelo presentaba un motor de 1795 cc (con dos carburadores y opcionalmente inyección) más potente. Al tiempo incorporaba cambios estéticos como un capó y guardabarros con mayor inclinación, mientras que los faros redondos se enmarcaban con un diseño más aerodinámico. Además, en 1973 se elevaron los parachoques y se rediseñaron los intermitentes y los pilotos traseros. La producción del Tipo 4 no superó las 80.000 unidades, mientras que el K70 se produjo en cientos de miles y el Beetle mantuvo un ritmo de 1,2 millones de unidades al año. Los últimos 412 se fabricaron en 1974. La época de los todo atrás en Volkswagen había llegado a su fin. Ya era el turno de los modernos todo delante Passat, Scirocco y Golf. Y, precisamente, este viaje por la historia del origen de los VW familiares lo hemos querido realizar al volante de un Volkswagen Golf Variant, versión familiar de la octava generación del Golf puesta al día en 2024. Ya que decimos esto de la «octava generación» del Golf, señalar que de la carrocería familiar Variant de este modelo, se trata de la sexta. El Golf 8 rediseñado incorpora una nueva pantalla táctil de 12,9 pulgadas, más grande, equipada con un software más potente (MIB4) para agilizar la interfaz: se ha eliminado por completo el retardo de la pantalla, y tanto su ergonomía como los botones de acceso directo se han rediseñado para facilitar su uso. Las mejoras en la interfaz son innegables, pero la estrategia totalmente digital tiene sus limitaciones en cuanto a la facilidad de uso durante la conducción. Por último, se han eliminado los controles táctiles del volante y se han sustituido por botones físicos más prácticos. Este Golf Variant mide 4,63 metros de largo frente a los 4,28 metros del cinco puertas. Esta mayor longitud también beneficia al diseño, ya que la parte delantera, algo larga en el Golf 8, se equilibra con una zaga alargada. El Golf Variant cumple con creces su cometido principal al ofrecer un espacio interior muy generoso. En la parte delantera, se disfruta de excelentes asientos deportivos (opcionales), y en la trasera, la mayor distancia entre ejes proporciona más espacio para las piernas, permitiendo que incluso adultos altos se sienten cómodamente uno detrás del otro. El Variant también impresiona en cuanto a capacidad de almacenamiento, con compartimentos en las puertas donde cabe una botella de agua grande y numerosos espacios pequeños en la consola central para el teléfono o la cartera. Con un volumen de entre 611 y 1642 litros, el maletero es amplio y profundo, aunque obviamente no llega al tamaño del de un SUV. Probamos el Variant equipado con el motor 1.5 eTSI de 150 CV. Se trata del motor de cuatro cilindros y 1,5 litros de ciclo Miller con tecnología híbrida suave de 48 V, en su versión eTSI Evo2. Esta versión incorpora varias mejoras, como el nuevo motor de arranque/generador RSG 2.0, que aumenta la recuperación de energía y optimiza la combustión en dos cilindros para ampliar su autonomía. Con un sistema híbrido suave, el coche nunca funciona únicamente con el motor eléctrico (que no tiene la potencia suficiente). Este es el caso del Golf eTSI, pero esto no impide que su sistema de propulsión sea suave a bajas velocidades y con buena respuesta al acelerar. Combinado con la transmisión DSG7 de serie, el rendimiento cumple con las expectativas de un compacto de gasolina de 150 CV. Al cambiar a modo Sport, la respuesta es aún mayor. Este modo tiene la ventaja de evitar las revoluciones excesivas, y fue nuestra configuración preferida para conducir el Golf en carretera. Quienes prefieran un enfoque más activo apreciarán el modo manual de la DSG7, que permite utilizar las levas de cambio en el volante. Por otro lado, nos sorprendió gratamente su consumo de combustible, con una media de 6,2 litros a los 100 km durante nuestra prueba de una semana. En autopista, incluso llegamos a rozar los 5 litros a los 100 km, cifra excelente para un familiar espacioso con motor de gasolina. Este Volkswagen Golf Variant demuestra que un SUV no siempre es la mejor opción, al contrario de lo que parecen indicar las tendencias del mercado. Si no te importa sacrificar algo de accesibilidad, este Golf ofrece ventajas convincentes, como un menor consumo de combustible, una conducción más dinámica y al menos el mismo espacio interior, todo a un precio más bajo: una opción muy racional


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