eldiario - 4 days ago

La estrategia de no dar un respiro al presidente durante el interrogatorio en la Comisión de investigación del ‘caso Koldo’ se convirtió en su mejor salvavidas: como no le dejaron contestar a nada, tampoco le dejaron caer en errores o contradicciones reseñablesSánchez salva el interrogatorio en el Senado pero cree que el PP recrudecerá la ofensiva tras su fiasco Es la falta de espacio f sico lo que hace imposible que alguien pueda tropezar y caerse en hora punta en el interior de un vag n de metro y eso es algo parecido a lo que le ocurri este jueves a Pedro S nchez en el Senado. La estrategia del PP de no dar respiro al presidente durante el interrogatorio en la Comisi n de investigaci n del caso Koldo lleg a alcanzar tales cotas de caos que las sistem ticas interrupciones a las respuestas del l der socialista se convirtieron en su mejor salvavidas: como no le dejaron contestar a casi nada, tampoco le dejaron equivocarse. Si el presidente titubeaba un instante tras ser cuestionado por la situaci n de su hermano, ah estaba el senador del PP para salir al paso e introducir la siguiente pregunta. O para meterle prisa. O para preguntarle si estaba a favor o en contra de Nicol s Maduro. Algo que repiti con otros momentos delicados para S nchez como las supuestas advertencias recibidas desde su propio partido sobre el comportamiento de Jos Luis A balos o las relaciones de su pareja con las empresas Globalia y Air Europa. Medi su mujer en el rescate de Air Europa, s o no? , le pregunt Alejo Miranda al presidente. Y antes siquiera de que pudiera aceptar su examen tipo test, volvi a repet rselo. Medi su mujer en el rescate de Air Europa, s o no? , insisti , esp dico. Se or a, por supuesto que no , le respondi S nchez, que antes de que pudiera argumentar su respuesta en base a las resoluciones judiciales que ya descartaron irregularidad alguna en ese rescate volvi a ser interrumpido para ser cuestionado exactamente por lo mismo. Medi su mujer en el rescate de Air Europa, s o no? Responda s o no! . Pero si ya le he dicho que no, se or a se defendi el presidente con sonrisa burlona. La escena se torn tan hilarante que hasta el propio presidente de la Comisi n, alineado desde primera hora con la estrategia de su partido (PP), tuvo que reprender a su compa ero de filas ante el evidente descarrilamiento del interrogatorio y tras el ruego de S nchez de que le dejaran al menos responder a las preguntas. Se or Miranda , interpel el presidente al senador popular. Y no hizo falta que siguiera con la ri a porque el se or Miranda pidi tiempo muerto y rebobinar. Retiro todas las preguntas anteriores , suplic ante el riesgo cierto de que S nchez intentara contestarlas y en mitad del alborozo de la concurrencia. Admitieron en privado despu s de la Comisi n varios senadores del PSOE que, para sorpresa de muchos, algunos de los momentos m s inc modos del interrogatorio hab an tenido lugar no de la mano del PP ni de Vox, sino como consecuencia de preguntas realizadas por grupos que son socios del Ejecutivo. Han hecho preguntas inc modas porque han ido al fondo del asunto, que es el que es y es muy delicado para nosotros. Y no han sobreactuado y han dejado al presidente explicarse sobre temas que, en muchos casos, no son f ciles de explicar , analizan en las filas socialistas sobre las interpelaciones de M s Madrid o EH Bildu a cuenta del consumo de la prostituci n, el papel de Leire D ez o la confianza sin l mites depositada en personas como Jos Luis A balos o Santos Cerd n. Y ah apareci el rictus m s serio de un Pedro S nchez que no aport novedades significativas en sus explicaciones. Las carcajadas m s sonoras se le escaparon, de hecho, durante la intervenci n del senador popular, en teor a dise ada para hacer pasar un mal rato al presidente. Ocurri cuando le pregunt si en el famoso viaje de Delcy Rodr guez a Espa a se llegaron a descargar sus maletas. Pero qu me est contando, se or a? , dijo entre risas. Las mismas que us como respuesta al tirabuz n final del PP: ofrecerle un careo con el empresario V ctor Aldama. Al terminar la sesi n, y preguntado por la prensa por su valoraci n de la comparecencia, Alejo Miranda respondi triunfal y rodeado de senadores del PP circunspectos: Hemos visto a un presidente arrinconado de verdad . Un compa ero de filas leal le ech entonces el brazo por encima del hombro, escaleras abajo y en direcci n a la salida.

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