Monday 20 October 2025
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eldiario - 3 days ago

Aznar nunca mira atrás, excepto para autoelogiarse

El capítulo de la serie La última llamada nos devuelve al Aznar de siempre, aquel que no reconocerá ningún error sobre Irak o el 11M para no poner en peligro la imagen de sí mismo que tanto le costó fabricarGonzález, Aznar, Zapatero y Rajoy se reúnen para presentar la docuserie de Movistar Plus+ sobre sus presidencias Es f cil ser Jos Mar a Aznar. La clave es no bajar la guardia y no dejar que la persona ponga en peligro al personaje. Con 72 a os, no va a permitir que el perfil que fabric durante d cadas sufra ninguna grieta. Una entrevista para una serie televisiva? Claro, por qu no. No aspiren a que cuente algo nuevo o refleje alguna debilidad. Algo como pedir disculpas. E l no cometi errores. Fue la realidad la que se equivoc en algunas ocasiones. El mundo cambia. Aznar, no. Aznar y los otros tres expresidentes han aceptado ser entrevistados para la serie de cuatro cap tulos La ltima llamada que ahora emite Movistar Plus+. Da igual cu nto poder tenga un l der, lo mucho que crea que controla la situaci n, siempre est a una llamada telef nica de entrar en un mundo desconocido, uno marcado por la incertidumbre y en el que solo l puede tomar la decisi n definitiva. No cabe resguardarse detr s del partido o los asesores. Hay excepciones, claro. Hay alguno que prefiri esconderse en El Ventorro. La idea no es mala, pero no deja de ser un escenario que no puede competir contra la imagen que Aznar tiene de s mismo. El documental incluye tambi n las opiniones de cuatro de los que fueron sus asesores m s relevantes en Moncloa, adem s de su mujer, Ana Botella. Nadie aparece para desmentir la descripci n que el expresidente hace de su Gobierno. Todo es admiraci n y lisonjas. Aznar consigui lo que la derecha llevaba persiguiendo m s de una d cada, derrotar a Felipe Gonz lez en las urnas. A l le cost tres elecciones. Se hablaba mucho entonces de su falta de carisma, a n m s tras su derrota en 1993 cuando todo parec a favorecerle. Bajito. Siempre demasiado serio. Una sonrisa que parec a forzada. Voz monocorde. Bigote cuando ya dejaba de estar de moda. Mirada con un punto siniestro a nada que estuviera contrariado. No entraba por los ojos , recuerda Javier Zarzalejos, que ha estado con l en Moncloa y la FAES. Los guapos tienen ventaja en la pol tica, dicen algunos estudios. Puede que sea cierto, pero no siempre se gana en las urnas por el aspecto f sico. El nico comentario original es el de Botella. Cuenta que envi a su marido a El Corte Ingl s a comprar algo ante su sorpresa cuando regres de la toma de posesi n de Jos Luis Rodr guez Zapatero. Hab a llegado la hora de poner fin a ese aislamiento de la realidad que te da el poder y ponerse en la cola de la caja. Impasible el adem n, y casi todo lo dem s, el expresidente pasa por encima de sus decisiones m s pol micas sin estar interesado de ning n modo en revisarlas u ofrecer una opini n diferente tantos a os despu s. Todo lo que hizo est justificado por su intento de colocar a Espa a entre las naciones m s importantes de Espa a y el mundo. Su compromiso con la relaci n con Estados Unidos le llev a mostrar a George Bush su apoyo m s entusiasta despu s del 11S. Lo mismo antes de la invasi n de Irak. Hay dos tipos de pa ses. Los que dan la vuelta alrededor de la mesa y ven c mo otros deciden, y los que est n sentados en la mesa decidiendo , explica, para resumir su obsesi n por estar en la primera l nea al precio que fuera. Espa a estuvo sentada en esa mesa , dice. A eso se reduce todo. Por eso, su presencia le parece un xito incontestable, tambi n en la cumbre de las Azores junto a George Bush y Tony Blair, una imagen que le persigui hasta el fin de la presidencia al igual que todas las ocasiones en que asegur a los espa oles que Irak contaba con un arsenal de armas de destrucci n masiva que nunca se encontr porque no exist a. Rajoy, González, Aznar y Zapatero en la presentación de La última llamada . Espa a no se habr a colado en esa foto ni de co a si Francia y Alemania hubieran estado en su sitio , cuenta Alejandro Agag, su jefe de gabinete y futuro yerno. Aznar aprovech lo que siempre ha considerado una oportunidad hist rica. A Bush no le sobraban los aliados europeos. Los espa oles no pensaban lo mismo. En el documental, aparece Tony Blair, que recuerda un detalle del que tambi n habl en sus memorias. Recuerdo una encuesta que dec a que el 4% de los espa oles estaba a favor de una acci n militar para echar a Sadam y recuerdo haberle dicho a Aznar que en Reino Unido hay encuestas con ese mismo porcentaje de gente diciendo que Elvis est vivo . No era algo que perturbara a Aznar, s a muchos dirigentes de su partido. E l estaba seguro de que el 96% de la gente estaba equivocada. En realidad, en Azores no se decidi nada, porque todo estaba decidido. La cumbre fue un favor personal que Bush prest a Blair, acosado por la divisi n interna entre los laboristas brit nicos ante la inminente invasi n de Irak. Hab a que dar la impresi n de que se hac a un ltimo esfuerzo para evitar la guerra y culpar a Sadam Hussein si se produc a. Se hizo en forma de un ultim tum sabiendo que a esas alturas el dictador iraqu no se iba a echar atr s. Aznar fue un espectador en primera fila de esa maniobra. En relaci n al 11M, el exl der del Partido Popular muestra la misma actitud. Lo que quiero decir con el mayor nfasis es que el Gobierno dijo la verdad en todo momento , se le oye decir. No fue as cuando su ministro de Interior, A ngel Acebes, se present en una rueda de prensa cinco horas despu s del atentado para anunciar que la autora era ETA y que las fuerzas de seguridad coincid an con esa versi n. Polic as expertos en terrorismo yihadista, los servicios de inteligencia y gobiernos extranjeros estaban convencidos de lo contrario. El documental no se esfuerza en confrontar a Aznar con ese hecho. S hay un momento singular que quiz ayude a entender la obsesi n personal de Aznar. Cuenta que justo antes del 11M en el final de su segundo mandato, hab a una idea que no se quitaba de encima. Durante esos d as, pens (una pausa larga): qu extra o que habi ndome intentado matar para no llegar (al poder), me dejen salir en triunfo . Se refer a al intento de ETA de asesinarle. No iban a dejar que me marchara de una forma tranquila . Ten a que ser ETA, porque l era su mayor enemigo. Para Aznar, se toman las decisiones en cada momento en funci n de la informaci n que te llega. No tiene sentido revisar ese legado a os despu s cuando sabes cosas que antes no conoc as. Ese tipo de razonamientos me parecen in tiles , dice. Y son tambi n una excusa perfecta para no tocar el retrato que encargaste durante tu etapa en el poder. Puedes acabar como Dorian Gray.


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